Para entender cual es la diferencia entre un beato y un santo, traigo esta noticia del año 2005, cuando fueron beatificados ocho Siervos de Dios.. esta vez no por el Papa, sino por un representante:
Ciudad del Vaticano, 2 Nov. 05 (AICA) El sábado pasado, por primera vez no fue el Papa sino el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal José Saraiva Martins, quien presidió el rito de beatificación de ocho siervos de Dios. Con ese motivo, el cardenal Saraiva Martins explicó las razones teológicas de los cambios introducidos por Benedicto XVI. Lo hizo en una entrevista concedida a la revista 30 Giorni, en la que respondió también a posiciones contrarias de algunos teólogos.
Al delegar la presidencia de los ritos de beatificación en un cardenal -aclaró el Purpurado-, Benedicto XVI quiere subrayar la diferencia radical entre este pronunciamiento y el de la canonización, que implica a su Magisterio infalible.
La decisión de volver a delegar las beatificaciones, como se hacía hasta antes de Pablo VI, aclara el cardenal, se debe a la diferencia de carácter de este acto pontificio.
“Siempre hay que tener en cuenta -señaló el presidente del dicasterio- que ambos son actos pontificios, pero con las beatificaciones el Papa concede que localmente o en determinadas familias religiosas se pueda rendir culto público a un siervo de Dios; mientras que con las canonizaciones el beato es declarado santo y el culto se convierte en obligatorio para toda la Iglesia”.
En las canonizaciones “la Iglesia actúa con un pronunciamiento que tiene el carácter de decreto definitivo y preceptivo para toda la Iglesia, comprometiendo el magisterio solemne del Romano Pontífice. Mientras que en el caso de las beatificaciones esto no sucede”.
El cardenal desmiente los rumores según los cuales Benedicto XVI no querría proclamar tantos santos o beatos como Juan Pablo II.
“Hasta ahora no hay señales en este sentido”, reveló. “Nuestra Congregación tiene unas dos mil causas en lista de espera y ya están listos 400 informes -la llamada "positio"- para ser examinados. El trabajo avanza regularmente, como en los últimos años”.
Por lo que se refiere al proceso de Juan Pablo II, explica que “comenzó su fase diocesana y procede como todas las demás”, aclarando que no es una causa de martirio.
“Sólo pueden considerarse mártires quienes voluntariamente han derramado su sangre, los que han sido asesinados "por odio a la fe". No me cabe la menor duda de que Juan Pablo II, si se hubiera hallado en esas condiciones, hubiera afrontado con valentía la prueba del martirio. Pero, según los hechos, no creo que estas condiciones se hayan verificado”, aclaró. Algunas personas consideraban que su sangre derramada en la plaza de San Pedro del Vaticano con motivo del atentado ya justificaba el que fuera un mártir.
Con referencia a la causa de Pío XII, el cardenal indicó que el informe sobre sus virtudes ya concluyó. “Se espera el juicio de los teólogos y el de los cardenales reunidos en congregación ordinaria”.
Por último, reveló que la causa del arzobispo de San Salvador, monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado mientras celebraba la Eucaristía, todavía no ha superado las reservas expresadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe, motivo por el cual el proceso no sigue su curso ordinario en la Congregación para los Santos.
Fuente: AICA
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