Madrid (España), 2 Ago. 11 (AICA) Según cálculos de técnicos, en 2009 la Iglesia católica ahorró al Estado español una cifra superior a los 6.200 millones de euros mediante un enorme cúmulo de actividades de toda clase, entre las cuales -sólo por citar un ejemplo-, la Iglesia dedicó más de 43 millones de horas a los necesitados. Se calcula que el costo que tendrían estas actividades, si se contrataran en el mercado del trabajo, supondría un importe de 1.889 millones de euros. Asimismo, los centros educativos católicos concertados ahorraron al Estado 4.399 millones de euros. Ambas cifras suman 6.288 millones de euros (38.000 millones de pesos) que el Estado Español se ahorró, es decir, no gastó, ya que lo hizo la Iglesia Católica tan denigrada por el PSOE, mediante su Fondo Común Interdiocesano.
El Vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Don Fernando Giménez Barriocanal, presentó en Madrid la Memoria de Actividades correspondientes al año 2009, la cual demuestra que el Estado español ahorra miles de millones de euros gracias a la efectiva labor de la Iglesia.
Según datos recogidos en las 69 diócesis del país, solo en 2009 la Iglesia Católica de España a través de sus 4.862 centros de asistencia, ayudó a 3.646.332 personas, cifra que supera en casi un millón a la registrada en 2008.
El estudio estuvo a cargo de la Vicesecretaría para Asuntos Económicos de la CEE, en colaboración con la Red Génesis y el Grupo de Investigación para el Sostenimiento de la Iglesia Católica.
La memoria se divide en tres secciones que explican el reparto del Fondo Común Interdiocesano, los datos sobre las diversas actividades pastorales, litúrgicas, educativas, culturales, asistenciales de la Iglesia y además otros puntos de interés.
En 2009, entre los 18.825 sacerdotes, las 54.890 religiosos y los más de 70.000 agentes de pastoral, la Iglesia Católica dedicó más de 43 millones de horas a los más necesitados.
Además, el costo que tendrían estas actividades, de ser contratadas en el mercado, supondría un importe de 1.889 millones de euros, por lo que cada euro invertido en la Iglesia Católica rinde más de dos veces y media en su servicio equivalente en el mercado.
Asimismo, los centros educativos católicos concertados ahorraron al Estado 4.399 millones de euros.
Por otro lado, unos 17.000 misioneros anuncian el Evangelio por todo el mundo y entregan su vida de forma totalmente altruista en los países más necesitados del mundo. El mayor porcentaje de misioneros españoles -un 73%- colabora en América Latina.
El informe también recuerda la influencia positiva que ejerce la cultura católica en la economía española, ya que más de 500 municipios españoles tienen en sus territorios como único Bien Cultural un monumento propiedad de la Iglesia Católica, de modo que indirectamente, la Iglesia contribuye al desarrollo económico por ser indiscutiblemente uno de los principales reclamos turísticos.
Desde 2008 el sostenimiento de la Iglesia en España depende exclusivamente de los católicos y de quienes reconocen su labor social mediante la Declaración de la Renta. No supone pagar más impuestos, ni que el Estado devuelva menos al contribuyente, ni es incompatible con apoyar otros fines sociales propuestos en la declaración.
El Vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Don Fernando Giménez Barriocanal, presentó en Madrid la Memoria de Actividades correspondientes al año 2009, la cual demuestra que el Estado español ahorra miles de millones de euros gracias a la efectiva labor de la Iglesia.
Según datos recogidos en las 69 diócesis del país, solo en 2009 la Iglesia Católica de España a través de sus 4.862 centros de asistencia, ayudó a 3.646.332 personas, cifra que supera en casi un millón a la registrada en 2008.
El estudio estuvo a cargo de la Vicesecretaría para Asuntos Económicos de la CEE, en colaboración con la Red Génesis y el Grupo de Investigación para el Sostenimiento de la Iglesia Católica.
La memoria se divide en tres secciones que explican el reparto del Fondo Común Interdiocesano, los datos sobre las diversas actividades pastorales, litúrgicas, educativas, culturales, asistenciales de la Iglesia y además otros puntos de interés.
En 2009, entre los 18.825 sacerdotes, las 54.890 religiosos y los más de 70.000 agentes de pastoral, la Iglesia Católica dedicó más de 43 millones de horas a los más necesitados.
Además, el costo que tendrían estas actividades, de ser contratadas en el mercado, supondría un importe de 1.889 millones de euros, por lo que cada euro invertido en la Iglesia Católica rinde más de dos veces y media en su servicio equivalente en el mercado.
Asimismo, los centros educativos católicos concertados ahorraron al Estado 4.399 millones de euros.
Por otro lado, unos 17.000 misioneros anuncian el Evangelio por todo el mundo y entregan su vida de forma totalmente altruista en los países más necesitados del mundo. El mayor porcentaje de misioneros españoles -un 73%- colabora en América Latina.
El informe también recuerda la influencia positiva que ejerce la cultura católica en la economía española, ya que más de 500 municipios españoles tienen en sus territorios como único Bien Cultural un monumento propiedad de la Iglesia Católica, de modo que indirectamente, la Iglesia contribuye al desarrollo económico por ser indiscutiblemente uno de los principales reclamos turísticos.
Desde 2008 el sostenimiento de la Iglesia en España depende exclusivamente de los católicos y de quienes reconocen su labor social mediante la Declaración de la Renta. No supone pagar más impuestos, ni que el Estado devuelva menos al contribuyente, ni es incompatible con apoyar otros fines sociales propuestos en la declaración.
Fuente: AICA
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