jueves, 30 de septiembre de 2010

La Eucaristía: Misterio de la fe

En la celebración de la Santa Misa, justo después de la consagración, el sacerdote dice: “Mysterium fidei” (“Éste es el sacramento de nuestra fe”), a lo que el pueblo responde: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven Señor Jesús!”.

El Papa Juan Pablo II evoca estas palabras, en el primer capítulo de la encíclica “Ecclesia de Eucharistia”, para recordar algunos aspectos fundamentales del Sacramento. La Eucaristía es memorial del sacrificio pascual del Señor; presencia viva y sustancial de Cristo en medio de nosotros; verdadero banquete de comunión; anticipación del Paraíso, que impulsa a transformar la propia vida, el mundo y la historia.

El Sacramento eucarístico es algo más que un encuentro fraterno. Es el mismo sacrificio de la Cruz que se perpetúa por los siglos. En la Cruz el Señor se ofreció a sí mismo al Padre en favor de todos los hombres. Este sacrificio, esta autodonación plena en la que resplandece el amor más grande, se hace presente en la Eucaristía.

La Santa Misa es “memorial” actualizador del único Sacrificio de la Cruz. La celebración de la Eucaristía nos hace contemporáneos del Calvario, para que Cristo una a su propia ofrenda sacrificial la ofrenda de nuestras vidas. La Iglesia contempla asombrada este “Misterio de la fe”, “Misterio grande”, “Misterio de Misericordia”, que constituye el don mayor que el Señor nos ha dado: el don de sí mismo, de su cuerpo entregado y de su sangre derramada. ¡Sacrifico de la Pascua de Cristo, el Cordero Inmolado, que muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida!

El sacramento del sacrificio de Cristo implica una presencia muy especial: la presencia real y sustancial del Señor bajo las especies del pan y del vino. Por la consagración, el pan deja de ser pan y se convierte en Cuerpo de Cristo y el vino deja de ser vino y se convierte en la Sangre de Cristo. Esta conversión es llamada muy propiamente por la Iglesia “transustanciación”. El Papa recoge las palabras de Santo Tomás de Aquino, para afirmar desde la fe: “Te adoro con devoción, Dios escondido”.

El sacrificio eucarístico se orienta a la comunión, a la íntima unión de los fieles con Cristo mediante la recepción de su Cuerpo y su Sangre. Por eso la Eucaristía es, inseparablemente, memorial de la Cruz y sagrado banquete de comunión, en el que Cristo mismo se ofrece como alimento y nos comunica su Espíritu.

La celebración eucarística tiene una proyección escatológica; es anticipación de la meta a la que tendemos, una pregustación de la gloria: “La Eucaristía es verdaderamente – escribe el Santo Padre – un resquicio del cielo que se abre sobre la tierra. Es un rayo de gloria de la Jerusalén celestial, que penetra en las nubes de nuestra historia y proyecta luz sobre nuestro camino” (Ecclesia de Eucharistia, 19). Por eso, la Santa Misa se celebra siempre en comunión con la Bienaventurada siempre Virgen María, con los ángeles y los arcángeles, y con todos los santos, pues en la Eucaristía se une la liturgia de la tierra a la liturgia del cielo.

Del anuncio de la muerte y de la resurrección de Cristo, en la espera de su retorno glorioso; es decir, de la Eucaristía, recibimos la fuerza para transformar nuestras vidas y para transformar el mundo y la historia, a fin de que sean conformes al designio de Dios.

“¡Éste es el Sacramento de nuestra fe!”, el Misterio que nos inunda de sentimientos de gran asombro y gratitud. “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven Señor Jesús!”.
 
 
Autor: Guillermo Juan Morado | Fuente: Catholic.net 

viernes, 24 de septiembre de 2010

Consejos para vencer las tentaciones

Para vencer las tentaciones, ten en cuenta estos seis consejos:
1) No perder la calma: estar seguros de que todas las tentaciones pueden vencerse con la gracia de Dios.
2) Acuérdate de que sólo la voluntad puede pecar y, por lo tanto, mantenla inflexible.
3) Encomiéndate a Dios y a la Virgen Inmaculada, que jamás abandonan a los que acuden a ellos.
4) Desembarázate de la ocasión, en cuanto puedas.
Si hubo victoria, da gracias a Dios.
Si caída, arrepiéntete y aprovecha la lección para otra vez.
5) Después de cada caída, haz un acto de contrición, confiésate enseguida y además ofrece en reparación una mortificación que te cueste.
6) No vuelvas a pensar más en la tentación; ocúpate de algo1.

Para tu tranquilidad has de saber que dice San Pablo que Dios jamás permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas2
Dice San Agustín3 y el Concilio de Trento lo repite que «Dios no pide a nadie cosas imposibles, sino que hagas lo que puedas, y pidas lo que no puedas; que Él te ayudará para que puedas»4.

Después de una tentación pueden ocurrir tres cosas:

1) Victoria clara, porque la rechazaste totalmente en cuanto caíste en la cuenta de la tentación: dale gracias a Dios que te ha ayudado a vencer.

2) Derrota clara, porque te dejaste llevar conscientemente: arrepiéntete, humíllate ante Dios, y pídele que te ayude a vencer en otra ocasión; haz un acto de contrición y propón confesarte pronto.

3) Duda de si consentiste o no consentiste. No estás seguro si resististe completamente a la tentación. En este caso expón al confesor sencillamente tu duda, por ejemplo, diciéndole: «he tenido malos pensamientos y malos deseos contra la pureza, y no sé si los he rechazado suficientemente».

No te contentes con dejar la confesión para después de la caída. La confesión también tiene un valor preventivo, porque aumenta la gracia en virtud del sacramento y fortalece la voluntad.

Cuando presientas una posible caída, confiésate aunque no tengas pecados graves. Y si, además, puedes comulgar, todavía mucho mejor.

Para dominar el cuerpo es muy conveniente la mortificación. Es una práctica común de todos los santos. Un cuerpo mortificado es mucho más dócil.
El ser mortificado fortalece la voluntad y enriquece espiritualmente.

He aquí algunos modos de mortificarse:
- No hacer gastos inútiles.
- Ser puntual para no hacer esperar a los demás.
- Escoger los peores sitios en las reuniones.
- Dejar hablar a los demás cuando estás deseando intervenir.
- No discutir aunque se tenga razón, si la cosa no es importante.
- No enfadarnos, si no es necesario.
- Sonreír amablemente aunque no se tengan ganas.
- Disponibilidad en los servicios comunes.
- Escoger para sí mismo lo peor, cuando esto sea posible.
- Evitar ruidos que molestan a los demás.
- Cuidar el aseo personal evitando malos olores.
- Terminar bien lo que se está haciendo aunque esté cansado.
- Etc., etc., etc.

Es necesario luchar mucho para permanecer puros. A las malas inclinaciones de nuestra pasión, se une la inmoralidad que se ve en la calle y en el cine.
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1. OTTO ZIMMERMANN, S.I.: Teología Ascética, nº 35. Seminario Metropolitano, Buenos Aires
2. SAN PABLO: Primera Carta a los Corintios, 10:13.
3. SAN AGUSTÍN: De natura et gratia, XLIII, 50. ML.: 441, 271.
4. DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 804. Ed. Herder. Barcelona. 
Autor:  P. Jorge Loring | Fuente: Catholic.net

jueves, 23 de septiembre de 2010

Maximas del Santo Padre Pio de Peltrecina

Presencia de Jesús en el corazón
Confieso que para mí es una gran desgracia no saber expresar y explicar este volcán eternamente encendido que me quema y que Jesús hizo nacer en este corazón tan pequeño”.
¡Bendigo a Dios, que por su gracia, otorga santos sentimientos!
Todo lo podría resumir así: me siento devorado por el amor a Dios y el amor por el prójimo. Dios está siempre presente en mi mente, y lo llevo impreso en mi corazón. Nunca lo pierdo de vista: me toca admirar su belleza, sus sonrisas y sus emociones, su misericordia, su venganza o mas bien el rigor de su justicia
¿Cómo es posible ver a Dios entristecerse por el mal y no entristecerse también uno?
Si Jesús se manifiesta a vosotros, dadle gracias; si se os oculta, dadle gracias. Todo esto es un juego de amor para traernos dulcemente hacia el Padre. Perseverad hasta la muerte, hasta la muerte con Cristo en la Cruz.

Amor
Las cosas humanas necesitan ser conocidas para ser amadas; las divinas necesitan ser amadas para ser conocidas
No lo olvidéis: el eje de la perfección es el amor. Quien está centrado en el amor, vive en Dios, Porque Dios es Amor, como lo dice el Apóstol.
El amor y el temor deben estar unidos: el temor sin amor se vuelve cobardía; el amor sin temor, se transforma en presunción. Entonces uno pierde el rumbo.
La divina Solicitud no solo no rechaza a las almas arrepentidas, sino que sale en busca de la mas empedernida.

Confianza en Dios
El corazón de nuestro divino Maestro no conoce mas que la ley del amor, la dulzura y la humildad. Poned vuestra confianza en la divina bondad de Dios, y estad seguros de que la tierra y el cielo fallaran antes que la protección de vuestro Salvador.
Caminad sencillamente por la senda del Señor, no os torturéis el espíritu. Debéis detestar vuestros pecados, pero con una serena seguridad, no con una punzante inquietud.

Santa Misa
“Sería más fácil que la tierra se rigiera sin el sol, que sin la santa Misa”.

María Santísima
Si no hubiera Fe los hombres te llamarían diosa. Tus ojos resplandecen más que el sol, eres hermosa, Madre, me glorío, ¡Te quiero!
Oye, Madre, yo te quiero más que a todas las criaturas de la tierra y del cielo;… después de Jesús, es claro; te quiero tanto.
Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Seamos inmensamente gratos a la Virgen. ¡Ella nos dio a Jesús!
Permaneced como la Virgen, al pie de la Cruz, y seréis consolados. Ni siquiera allí María se sentía abandonada. Por el contrario, su Hijo la amó aun mas por sus sufrimientos.

Oración
“Solo quiero ser un fraile que reza…
Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración…
La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón…”
El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más te vacíes de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón.
A Dios se le busca en los libros, se le encuentra en la meditación.
En la medida en que vaciéis vuestro Yo de si mismo – es decir, del apego a los sentidos y a vuestra propia voluntad – , echando raíces en la santa humildad, el Señor hablará a vuestro corazón.
Practicad con perseverancia la meditación a pequeños pasos, hasta que tengáis piernas fuertes, o mas bien alas. Tal como el huevo puesto en la colmena se transforma, a su debido tiempo, en una abeja, industriosa obrera de la miel.
Sed vigilantes cuando meditéis. Generalmente los que se entregan a la meditación, lo hacen con una especie de arrogancia, tan ansiosos están por encontrar el sujeto susceptible de consolar su espíritu, y esto es suficiente para impedirles encontrar lo que busca.

Liberarse de la ansiedad
Si vuestro espíritu no se concentra, vuestro corazón esta vacío de amor. Cuando se busca sea lo que sea con avidez y prisa, puede uno tocar cientos de veces el objeto sin ni siquiera darse cuenta. La ansiedad vana e inútil os fatigará espiritualmente, y vuestro espíritu no podrá dominar su sujeto. Hay que liberarse de toda ansiedad, porque ella es la peor enemiga de la devoción sincera y autentica. Y esto principalmente cuando se ora. Recordad que la gracia y el gusto de la oración no proviene de la tierra sino del cielo y que es en vano utilizar una fuerza que solo podría perjudicaros.

Crecimiento
Para crecer, necesitamos del pan básico: la cruz, la humillación, las pruebas y las negaciones”.

Crítica
No tolero la crítica y la habladuría sobre los hermanos. Es cierto que a veces me divierte aguijonearlos, pero la murmuración me da náuseas. Tenemos tantos defectos que criticarnos a nosotros mismos ¿Por qué perder tiempo en lo de los hermanos?

Enemigos
Jamás pasó por mi mente la idea de una venganza. Recé por los detractores y rezo por ellos. Quizá alguna vez le dije al Señor: “Señor, si para convertirlos es necesario algún fustazo, hazlo, con tal que se salven.

Humildad
Si necesitamos paciencia para tolerar las miserias ajenas, más aún debemos soportarnos a nosotros mismos.
En tus diarias infidelidades, humíllate, humíllate, humíllate siempre. Cuando el Señor te vea humillado hasta el suelo, te tenderá su mano. Él mismo pensará en atraerte hacia Él.
Has construido mal; destruye y reconstruye bien.
Como una señora admitiera que tenía cierta inclinación a, la vanidad, el Padre comentó:”- ¿Ha observado usted un campo de trigo en sazón? Unas espigas se mantienen erguidas, mientras otras se inclinan hacia la tierra. Pongamos a pruebe a los mas altivos, descubriremos que están vacíos, en tanto los que se inclinan, los humildes, están cargados de granos”
Dios enriquece al hombre que ha hecho el vacío en si mismo.

Paciencia
Guardad en lo mas hondo del espíritu las palabras de Nuestro Señor: ”A fuerza de paciencia, poseeréis vuestra alma”.

Prudencia
La prudencia tiene ojos. El amor piernas. El amor, que tiene piernas, querría correr hacia Dios, pero su impulso es ciego, y uno tropezaría, de no estar dirigido por los ojos de la prudencia.

Pruebas y tentaciones
Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata, más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡Coraje! y adelante siempre.
Por muy altas que sean las olas, el Señor es más alto. ¡ Espera!… la calma volverá.
Las pruebas a las que Dios os somete y os someterá, todas son signos del amor Divino y Perlas para el alma.
Uno puede ahogarse en alta mar, y también puede sofocarse hasta el ahogo con un simple vaso de agua.- ¿Donde esta la diferencia? – ¿Acaso no es la muerte, en cualquiera de esas formas?.
El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a distancia de el, no será mordido.
Jesús os guía hacia el cielo por campos o por desiertos – ¿que importancia tiene? Acomodaos a las pruebas que El quiera enviaros, como si debieran ser vuestras compañeras para toda la vida; cuando menos lo esperéis, quizás queden resueltas.
Los grandes corazones ignoran los agravios mezquinos.
En una estampa representando la cruz, el Padre escribió estas palabras:”El madero no os aplastará; si alguna vez vaciláis bajo su peso, su poder os volverá a enderezar”.
Golgota. Una cima cuya ascensión nos reserva una visión beatifica de nuestro amado salvador.
Por los golpes reiterados de su martillo, el Artista divino talla las piedras que servirán para construir el Edificio Eterno.
Puede decirse con toda justicia que cada alma destinada a la gloria eterna es una de esas piedras indispensables. Cuando un constructor quiere levantar una casa, debe ante todo limpiar y nivelar el terreno; el Padre celestial procede de igual manera con el alma elegida que, desde toda la eternidad ha sido concebida para el fin que El se propone; por eso tiene que emplear el martillo y el cincel. Esos golpes de cincel son las sombras, los miedos, las tentaciones, las penas, los temores espirituales y también las enfermedades corporales. Dad pues, gracias al Padre celestial por todo lo que impone a vuestra alma. Abandonaos a El totalmente. Os trata como trató a Jesús en el Calvario.
Es mediante una sumisión completa y ciega que os sentiréis guiado en medio de las sombras, las perplejidades y las luchas de la vida.”El hombre obediente cantará victoria”, nos dice la escritura. Si Jesús se manifiesta a vosotros, dadle también las gracias; si se oculta a vuestra vista, dadle también las gracias. Todo esto compone el yugo del amor.
No escuchéis lo que os dice vuestra imaginación. Por ejemplo, que la vida que lleváis es incapaz de guiaros al bien. La gracia de Jesús vela y os hará obrar para ese bien.

Los Pobres
En todo pobre está Jesús agonizante; en todo enfermo está Jesús sufriente; en todo enfermo pobre está Jesús dos veces presente

Sufrimiento
Casi todos vienen a mí para que les alivie la Cruz; son muy pocos los que se me acercan para que les enseñe a llevarla.
La vida del cristiano no es mas que un perpetuo esfuerzo contra si mismo. El alma no florece sino merced al dolor.
Apelad a Dios cuando vuestra cruz os martiriza. Así imitareis a su hijo que, en Getsemani, imploro algún alivio. Pero como El, estad dispuesto a decir: – FÍAT!.

No pedir cuentas
“Lo importante es caminar con sencillez ante el Señor. No pidas cuenta a Dios, ni le digas jamás: ¿Por qué ?, Aunque te haga pasar por el desierto. Una sola cosa es necesaria: Estar cerca de Jesús. Si nos cita en la noche no rehusemos las tinieblas.”

Dirección Espiritual
Recuerde – dijo el padre a uno de sus hijos espirituales – que la madre empieza a hacer caminar al niño sosteniéndolo; pero luego, este debe caminar solo. También usted debe aprender a razonar sin ayuda.

Amor y sus hijos espirituales
La caridad es la reina de las virtudes. Como el hilo entrelaza las perlas, así la caridad a las otras virtudes; cuando se rompe el hilo caen las perlas. Por eso cuando falta la caridad, las virtudes se pierden.
La caridad es la medida con la que el Señor nos juzgará a todos
La humildad y la caridad van de la mano. La primera glorifica, la otra santifica.
Amo a mis hijos espirituales tanto como a mi alma y aun más.
Al final de los tiempos me pondré en la puerta del paraíso y no entraré hasta que no haya entrado el último de mis hijos.

La escalera al Cielo
Sin obediencia no hay virtud;
sin virtud no hay bien.
Sin bien no hay amor.
Sin amor no hay Dios.
Y sin Dios no hay Paraíso.
Esto forma como una escalera, si falta un peldaño uno se cae.
El anhelo de la paz eterna es legitimo y santo, pero debe ser moderado para una total resignación a los designios del Altísimo: mas vale cumplir la Voluntad Divina en este mundo que gozar en el Paraíso.”Sufrir y no morir” era el ‘leit-motiv’ de Santa Teresa. El Purgatorio es un lugar de delicias, cuando se lo soporta por voluntaria elección de amor. 
 
La Noche Oscura
Nuestro Señor, en cuanto considera nuestra alma lo bastante viril, lo bastante entregada a su servicio, se apresura quitarle las dulzuras de antaño. Llega hasta quitarle la facultad de orar, de meditar, es el abismo en las tinieblas y la aridez.
Esta mudanza aterra: – Que gran delito habrá cometido el alma, para atraer sobre si tal desdicha. Escudriña su conciencia, pasa por tamiz sus mas insignificantes actos, y al no descubrir nada que justifique su infortunio, saca en conclusión que ha sido abandonada.
- Que error! Lo que el alma toma por abandono es un favor insigne. Es la transacción de lo inteligible a la duración contemplativa, a la que uno no llega sino purificado. – Si el hombre pudiera comprender que su imposibilidad de fijar su imaginación en un punto determinado se debe al retiro de la luz sobrenatural!.Pero pronto una nueva luz anima la meditación y la vuelve eficaz. – Ah, si el alma pudiera saber que Dios, al apartarse, infunde al mismo tiempo una mas pura claridad en el intelecto, la claridad que la hace mas apta a las cosas divinas, por encima de lo discursivo, en la visión directa, y absolutamente exquisita, delicada, inefable. Se me objetara si esa luz es a tal punto mejor, el alma debería, con sus poderes multiplicados, captar su objeto. Pero no vamos tan rápido. Los que con gusto se alimentan con comidas ordinarias, simularan disgusto cuando le ofrezcáis manjares mas refinados. Igualmente, para apreciar el estado de oración, hay que haber roto todo lazo.- Dios mío! En esta oscuridad veo una irradiación. Recordadlo, el amor de Dios nunca se sacia.



Tomado de: http://parroquialarabida.com.ar/

Fuentes:
www.corazones.org
Obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María
www.caminando-con-jesus.org


La joven focolar Chiara Luce Badano será proclamada beata

Roma (Italia), 22 Set. 10 (AICA) La joven focolar Chiara Luce Badano, muerta en 1990 tras una dolorosa enfermedad de cáncer llevada con ejemplaridad cristiana, será proclamada beata esta semana. El anuncio lo hizo el obispo de Acqui, monseñor Pier Giorgio Micchiardi. El solemne rito tendrá lugar el próximo sábado 25 de septiembre, a las 16, en el santuario de la Virgen del Divino Amore, de Roma, y será presidido por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, monseñor Angelo Amato, en representación del papa Benedicto XVI.

Luego, en el aula Pablo VI, a las 20.30, los jóvenes del Movimiento de los Focolares festejarán el acontecimiento.

Al día siguiente, domingo 26, a las 10.30, en la basílica de San Pablo Extramuros, el Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, presidirá una misa de acción de gracias.

La iniciativa del proceso de beatificación se debe al anterior obispo de Acqui, monseñor Livio Maritano, que conoció personalmente a Chiara Badano. Así explicó la motivación:

“Me pareció que su testimonio sería muy significativo para los jóvenes, porque también hoy existe la necesidad de santidad. Es necesario ayudar a los jóvenes a encontrar una orientación, un objetivo, a superar inseguridades y soledad, sus enigmas frente a los fracasos, al dolor, a la muerte, a todas sus inquietudes. Es sorprendente este testimonio de fe, de fortaleza por parte de una joven de hoy: impresiona, empuja a muchas personas a cambiar de vida, tenemos prueba de ello casi a diario”.

Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, a la que Chiara Badano estuvo estrechamente ligada, también por una densa correspondencia, en marzo de 2000, al concluir la fase diocesana del proceso, se dirigió al Movimiento en el mundo en estos términos: “!Cuánta luz en nuestra Chiara! Se lee en su rostro, en sus palabras, en sus cartas, en su vida toda dedicada a amar concretamente a muchos. Podemos ‘beber’ de su vida. Es modelo y testigo para jóvenes y adultos: supo transformar su ‘pasión’ en un canto nupcial”.

La presidenta del Movimiento de los Focolares, María Voce, anunció al Movimiento en el mundo los acontecimientos con estas palabras: “Queremos aprovechar esta ocasión para difundir lo más ampliamente posible, particularmente entre los jóvenes, el mensaje que Chiara Luce nos deja”.

El 3 de julio de 2008, con el reconocimiento de las “virtudes heroicas”, la Sierva de Dios es declarada Venerable.

El 19 de diciembre de 2009, tras la autorización del Santo Padre, la Congregación para las Causas de los Santos promulgó el decreto relativo al milagro, atribuido a la intercesión de Chiara Badano: se trata de la curación repentina de un niño de Trieste, que sufría una grave forma de meningitis fulminante. Los médicos le dieron 48 horas de vida.

El nombre de “Chiara Luce” (Clara Luz) se lo dio Chiara Lubich en julio de 1990. Respondiendo a una carta de Chiara Badano, entre otras cosas le escribía: “Gracias también por tu foto. Tu rostro tan luminoso expresa tu amor por Jesús. Chiara Luce es el nombre que he pensado para ti. Es la luz de Dios que vence el mundo”.

Quién es Chiara Luce Badano Largamente esperada, nació en Sassello el 29 de octubre de 1971 y creció en una familia sencilla que la educó en la fe. Rica en dotes naturales, guapa y deportiva, tuvo muchos amigos que la consideran, al mismo tiempo, normal y extraordinaria.

A los nueve años conoció el Movimiento de los Focolares, al participar con sus padres en Roma en el Family Fest, encuentro mundial organizado por esta realidad eclesial, que tendría un impacto decisivo para los tres.

Chiara era muy activa en el Movimiento Gen (Generación Nueva), de los Focolares. Le gustaban el deporte, el baile y el canto. A los 16 años decidió consagrarse a Dios.

Con 17 años, afectada por un tumor óseo, afrontó la enfermedad confiando en el amor de Dios. Comunicaba serenidad, paz y alegría a quien se le acercaba.

Chiara Luce dirige un mensaje a sus coetáneos: “Los jóvenes son el futuro. Yo ya no puedo correr, pero quisiera pasarles a ellos la antorcha como en las Olimpiadas. Tienen una sola vida y vale la pena gastarla bien”.

El 7 de octubre de 1990 se despidió de su madre con estas palabras: “¡Sé feliz, yo lo soy!”. Unas 2.000 personas asistieron al funeral.

Su vida es el testimonio de un sí incondicional al amor de Dios, un sí repetido desde pequeña, un sí que, en cordada, con sus padres, con Chiara Lubich, con los jóvenes con los que comparte la misma elección de vida, ha sabido transformar la enfermedad en un camino de luz hacia la plenitud de la Vida. Inmediatamente se ha divulgado el eco de su santidad.
 
Fuente: AICA

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Adolescente que falleció en 1990 será beatificada este sábado

ROMA, martes 21 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Un partido de tenis cuando tenía 17 años fue el evento que cambió radicalmente la vida de Chiara Badano (1971 – 1990). Allí comenzó a sentir dolores muy fuertes. Era el principio de la enfermedad que meses después la llevó a la muerte. "Por ti, Jesús, ¡si tú lo quieres, yo también lo quiero!", eran las palabras que repetía durante su agonía.

Chiara pertenecía al Movimiento de los Focolares, fundado en Italia por Chiara Lubich en 1943. Será beatificada este sábado a las 16 horas en el santuario del Divino Amor en Roma, en una ceremonia presidida por monseñor Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, en representación del Papa Benedicto XVI.

El mismo día, a las 20:30 horas, miles de miembros de los Focolares se reunirán en el Aula Paulo VI del Vaticano para festejar la llegada a los altares de la primera de sus miembros. El domingo a las 10:30 el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado Vaticano, oficiará una misa en acción de gracias en la basílica San Pablo Extramuros de Roma.

Chiara: la alegría del hogar

Después de 11 años de matrimonio, a los esposos Ruggero y Maria Teresa Badano se les cumplió el sueño de la llegada de su primera y única hija: Chiara, quien nació el 29 de octubre de 1971 en una pequeña población llamada Sassello, ubicada en la región de Liguria, al norte de Italia.

“No era sólo hija nuestra. Era, en primer lugar, de Dios y como tal teníamos que educarla, respetando su libertad”, testimonia su madre, en un video que puede verse en la página oficial de su beatificación http://www.chiaralucebadano.it/

En 1981 conoció al movimiento de los Focolares, gracias a una amiga llamada Chicca que la invitó a hacer parte del movimiento GEN (Generación nueva) “A Jesús lo puso en el primer lugar. Lo llamaba ‘mi esposo”, dijo en diálogo con ZENIT Maria Grazia Magrini, vicepostuladora de la causa de Chiara Badano.

De joven le gustaba cantar, bailar, jugar tenis y patinar. Amaba la montaña y el mar. “También trataba de ir a misa todos los días”, dice Maria Grazia.

Un día jugando tenis sintió un dolor muy fuerte: “Regresó a casa muy pálida y subió las escalas”, dice su madre quien le preguntó: “¿Por qué regresaste Chiara?”. Y ella dijo: “porque durante el partido sentí un dolor tan fuerte en la espalda que se me cayó la raqueta”.

Los dolores iban empeorando. Luego le realizaron un TAC. El resultado fue el más temido: un osteosarcoma. Su madre todavía recuerda cuando llegó a casa después de la primera sesión de quimioterapia. No quería hablar: “La miraba y veía la expresión de su rostro, toda la lucha que estaba combatiendo dentro de sí para dar su sí a Jesús”. Tras 25 minutos le dijo a su madre “ahora puedes hablar”:

Chiara fue sometida a una operación que no tuvo éxito, desde ese entonces perdió el uso de sus piernas. Según su vice postuladora, esta joven deportista, a pesar del momento tan doloroso exclamó: “Si tuviera que elegir entre caminar o ir al paraíso, no tendría dudas, escogería el paraíso”, dijo Chiara. En ese tiempo estrechó una fuerte amistad con Chiara Lubich, fundadora del movimiento de los Focolares, a quien decidió llamarle Chiara “Luce” Badano.

Así transcurrió varios meses de agonía que la ayudaron para prepararse en su encuentro con Jesús:” “Los momentos más bellos fueron durante el último verano”, testimonia su amiga Chicca. “Ella permanecía inmóvil en su cama”, recuerda. Maria Grazia destacó la actitud de Chiara: “No lloró, no se lamentó, miraba en un mueble la imagen de Jesús”.

Chicca cuenta que la joven quiso preparar su propio funeral: los cantos de la misa, el vestido y el peinado: “Todo para ella era una fiesta. Me dijo que quería ser enterrada con un vestido blanco, como una esposa que va a encontrarse con Jesús”.

Y le hizo una última exhortación a su madre: “Cuando me vistas, deberás repetir tres veces: Ahora Chiara ve a Jesús”. Chiara pidió que las córneas de sus ojos fueran donadas a dos jóvenes. Murió el 7 de octubre de 1990. Las últimas palabras a su madre fueron: “Sé feliz porque yo lo soy”.

Vea tambien: Beatificacion de joven italiana

Por Carmen Elena Villa | Fuente: Catholic.net

viernes, 17 de septiembre de 2010

El Papa en Gran Bretaña: jóvenes, sed los santos del siglo XXI

LONDRES, viernes 17 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa dirigió a los más de 4.000 estudiantes de escuelas católicas inglesas, galesas y escocesas, a quienes se dirigió durante su visita al St. Mary's University College de Twickenham, tras saludar a los religiosos y profesores.

* * * * *

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Queridos jóvenes

Quiero manifestaros ante todo mi alegría por estar con vosotros hoy aquí. Os saludo con cariño a todos los que habéis venido a la Universidad de Saint Mary desde las diversas escuelas y facultades católicas de todo el Reino Unido, y a los que seguís este encuentro a través de la televisión o internet. Agradezco al Obispo McMahon su amable bienvenida. Doy las gracias también al coro y a la orquesta por la preciosa música que ha dado comienzo a nuestra celebración, e igualmente deseo expresar mi gratitud a la Señorita Bellot por las amables palabras que me ha dirigido en nombre de todos los jóvenes aquí presentes. Con vistas a los próximos Juegos Olímpicos en Londres, me ha sido grato inaugurar esta fundación deportiva, llamada así en honor del Papa Juan Pablo II, y rezo para que cuantos vengan aquí den gloria a Dios con sus actividades deportivas y disfruten ellos mismos y los demás.

No es frecuente que un Papa u otra persona tenga la posibilidad de hablar a la vez a los alumnos de todas las escuelas católicas de Inglaterra, Gales y Escocia. Y como tengo esta oportunidad, hay algo que deseo enormemente deciros. Espero que, entre quienes me escucháis hoy, esté alguno de los futuros santos del siglo XXI. Lo que Dios desea más de cada uno de vosotros es que seáis santos. Él os ama mucho más de lo jamás podríais imaginar y quiere lo mejor para vosotros. Y, sin duda, lo mejor para vosotros es que crezcáis en santidad.

Quizás alguno de vosotros nunca antes pensó esto. Quizás, alguno opina que la santidad no es para él. Dejad que me explique. Cuando somos jóvenes, solemos pensar en personas a las que respetamos, admiramos y como las que nos gustaría ser. Puede que sea alguien que encontramos en nuestra vida diaria y a quien tenemos una gran estima. O puede que sea alguien famoso. Vivimos en una cultura de la fama, y a menudo se alienta a los jóvenes a modelarse según las figuras del mundo del deporte o del entretenimiento. Os pregunto: ¿Cuáles son las cualidades que veis en otros y que más os gustarían para vosotros? ¿Qué tipo de persona os gustaría ser de verdad?

Cuando os invito a ser santos, os pido que no os conforméis con ser de segunda fila. Os pido que no persigáis una meta limitada y que ignoréis las demás. Tener dinero posibilita ser generoso y hacer el bien en el mundo, pero, por sí mismo, no es suficiente para haceros felices. Estar altamente cualificado en determinada actividad o profesión es bueno, pero esto no os llenará de satisfacción a menos que aspiremos a algo más grande aún. Llegar a la fama, no nos hace felices. La felicidad es algo que todos quieren, pero una de las mayores tragedias de este mundo es que muchísima gente jamás la encuentra, porque la busca en los lugares equivocados. La clave para esto es muy sencilla: la verdadera felicidad se encuentra en Dios. Necesitamos tener el valor de poner nuestras esperanzas más profundas solamente en Dios, no en el dinero, la carrera, el éxito mundano o en nuestras relaciones personales, sino en Dios. Sólo él puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestro corazón.

Dios no solamente nos ama con una profundidad e intensidad que difícilmente podremos llegar a comprender, sino que, además, nos invita a responder a su amor. Todos sabéis lo que sucede cuando encontráis a alguien interesante y atractivo, y queréis ser amigo suyo. Siempre esperáis resultar interesantes y atractivos, y que deseen ser vuestros amigos. Dios quiere vuestra amistad. Y cuando comenzáis a ser amigos de Dios, todo en la vida empieza a cambiar. A medida que lo vais conociendo mejor, percibís el deseo de reflejar algo de su infinita bondad en vuestra propia vida. Os atrae la práctica de las virtudes. Comenzáis a ver la avaricia y el egoísmo y tantos otros pecados como lo que realmente son, tendencias destructivas y peligrosas que causan profundo sufrimiento y un gran daño, y deseáis evitar caer en esas trampas. Empezáis a sentir compasión por la gente con dificultades y ansiáis hacer algo por ayudarles. Queréis prestar ayuda a los pobres y hambrientos, consolar a los tristes, deseáis ser amables y generosos. Cuando todo esto comience a sucederos, estáis en camino hacia la santidad.

En vuestras escuelas católicas, hay cada vez más iniciativas, además de las materias concretas que estudiáis y de las diferentes habilidades que aprendéis. Todo el trabajo que realizáis se sitúa en un contexto de crecimiento en la amistad con Dios y todo ello debe surgir de esta amistad. Aprendéis a ser no sólo buenos estudiantes, sino buenos ciudadanos, buenas personas. A medida que avanzáis en los diferentes cursos escolares, debéis ir tomando decisiones sobre las materias que vais a estudiar, comenzando a especializaros de cara a lo que más tarde vais a hacer en la vida. Esto es justo y conveniente. Pero recordad siempre que cuando estudiáis una materia, es parte de un horizonte mayor. No os contentéis con ser mediocres. El mundo necesita buenos científicos, pero una perspectiva científica se vuelve peligrosa si ignora la dimensión religiosa y ética de la vida, de la misma manera que la religión se convierte en limitada si rechaza la legítima contribución de la ciencia en nuestra comprensión del mundo. Necesitamos buenos historiadores, filósofos y economistas, pero si su aportación a la vida humana, dentro de su ámbito particular, se enfoca de manera demasiado reducida, pueden llevarnos por mal camino.

Una buena escuela educa integralmente a la persona en su totalidad. Y una buena escuela católica, además de este aspecto, debería ayudar a todos sus alumnos a ser santos. Sé que hay muchos no-católicos estudiando en las escuelas católicas de Gran Bretaña, y deseo incluiros a todos vosotros en mi mensaje de hoy. Rezo para que también vosotros os sintáis movidos a la práctica de la virtud y crezcáis en el conocimiento y en la amistad con Dios junto a vuestros compañeros católicos. Sois para ellos un signo que les recuerda ese horizonte mayor, que está fuera de la escuela, y de hecho, es bueno que el respeto y la amistad entre miembros de diversas tradiciones religiosas forme parte de las virtudes que se aprenden en una escuela católica. Igualmente, confío en que queráis compartir con otros los valores e ideas aprendidos gracias a la educación cristiana que habéis recibido.

Queridos amigos, os agradezco vuestra atención; os prometo que rezaré por vosotros, y os pido que recéis por mí. Espero veros a muchos de vosotros el próximo agosto, en la Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid. Mientras tanto, que Dios os bendiga.



[©Copyright 2010 – Libreria Editrice Vaticana]

Fuente: Zenit.org

martes, 14 de septiembre de 2010

Exaltación de la Santa Cruz

Hacia el año 320 la Emperatriz Elena de Constantinopla encontró la Vera Cruz, la cruz en que murió Nuestro Señor Jesucristo, La Emperatriz y su hijo Constantino hicieron construir en el sitio del descubrimiento la Basílica del Santo Sepulcro, en el que guardaron la reliquia.

Años después, el rey Cosroes II de Persia, en el 614 invadió y conquistó Jerusalén y se llevó la Cruz poniéndola bajo los pies de su trono como signo de su desprecio por el cristianismo. Pero en el 628 el emperador Heraclio logró derrotarlo y recuperó la Cruz y la llevó de nuevo a Jerusalén el 14 de septiembre de ese mismo año. Para ello se realizó una ceremonia en la que la Cruz fuellevada en persona por el emperador a través de la ciudad. Desde entonces, ese día quedó señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la Vera Cruz.

El cristianismo es un mensaje de amor. ¿Por qué entonces exaltar la Cruz? Además la Resurrección, más que la Cruz, da sentido a nuestra vida.

Pero ahí está la Cruz, el escándalo de la Cruz, de San Pablo. Nosotros no hubiéramos introducido la Cruz. Pero los caminos de Dios son diferentes. Los apóstoles la rechazaban. Y nosotros también.

La Cruz es fruto de la libertad y amor de Jesús. No era necesaria. Jesús la ha querido para mostrarnos su amor y su solidaridad con el dolor humano. Para compartir nuestro dolor y hacerlo redentor.

Jesús no ha venido a suprimir el sufrimiento: el sufrimiento seguirá presente entre nosotros. Tampoco ha venido para explicarlo: seguirá siendo un misterio. Ha venido para acompañarlo con su presencia. En presencia del dolor y muerte de Jesús, el Santo, el Inocente, el Cordero de Dios, no podemos rebelarnos ante nuestro sufrimiento ni ante el sufrimiento de los inocentes, aunque siga siendo un tremendo misterio.

Jesús, en plena juventud, es eliminado y lo acepta para abrirnos el paraíso con la fuerza de su bondad: "En plenitud de vida y de sendero dio el paso hacia la muerte porque El quiso. Mirad, de par en par, el paraíso, abierto por la fuerza de un Cordero" (Himno de Laudes).

En toda su vida Jesús no hizo más que bajar: en la Encarnación, en Belén, en el destierro. Perseguido, humillado, condenado. Sólo sube para ir a la Cruz. Y en ella está elevado, como la serpiente en el desierto, para que le veamos mejor, para atraernos e infundirnos esperanza. Pues Jesús no nos salva desde fuera, como por arte de magia, sino compartiendo nuestros problemas. Jesús no está en la Cruz para adoctrinarnos olímpicamente, con palabras, sino para compartir nuestro dolor solidariamente.

Pero el discípulo no es de mejor condición que el maestro, dice Jesús. Y añade: "El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y me siga". Es fácil seguir a Jesús en Belén, en el Tabor. ¡Qué bien estamos aquí!, decía Pedro. En Getsemaní se duerme, y, luego le niega.

"No se va al cielo hoy ni de aquí a veinte años. Se va cuando se es pobre y se está crucificado" (León Bloy). "Sube a mi Cruz. Yo no he bajado de ella todavía" (El Señor a Juan de la Cruz). No tengamos miedo. La Cruz es un signo más, enriquece, no es un signo menos. El sufrir pasa, el haber sufrido -la madurez adquirida en el dolor- no pasa jamás. La Cruz son dos palos que se cruzan: si acomodamos nuestra voluntad a la de Dios, pesa menos. Si besamos la Cruz de Jesús, besemos la nuestra, astilla de la suya.

Es la ambigüedad del dolor. El que no sufre, queda inmaduro. El que lo acepta, se santifica. El que lo rechaza, se amarga y se rebela.



Autor: evangeliodeldia.org | Fuente: Catholic.net

lunes, 13 de septiembre de 2010

Salmo

Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan
y digan siempre los que desean tu victoria;
«¡Qué grande es el Señor!»

Yo soy pobre y miserable,
pero el Señor piensa en mí;
tú eres mi ayuda y mi libertador,
¡no tardes, Dios mío!

Salmo 39:17-18

viernes, 10 de septiembre de 2010

Salvados tres israelíes gracias a órganos de un niño palestino



JERUSALÉN, viernes 10 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Tres personas se han beneficiado en Israel de la posibilidad de una nueva vida después de que la familia de un niño palestino fallecido en accidente donara su hígado y sus pulmones, informó el diario israelí Yedioth Aharonot este miércoles 8 de septiembre.

La noticia ha sido relanzada por el Consejo representativo de las instituciones judías de Francia (CRIF), recordando que los beneficiarios de estos trasplantes llevados a cabo con éxito están actualmente hospitalizados y convalecientes.

Tras el accidente, la familia del niño, de tres años, lo llevó inmediatamente a un hospital local y, desde allí, fue trasladado al hospital Hadassah Ein Karem de Jerusalén.

El niño recibió asistencia y los médicos lucharon por salvar su vida. Permaneció hospitalizado durante una semana, pero su estado de salud continuó empeorando y finalmente falleció el jueves 1 de septiembre.

A pesar de esta tragedia, sus padres aprobaron una donación de órganos, que ha salvado la vida de tres personas, entre ellas un pequeño israelí de cinco años que necesitaba un trasplante de hígado urgentemente.

Hoy, este niño está hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Schneider. Su estado de salud es estable.

Paralelamente, se trasplantó un pulmón a una niña de siete años y medio que padecía una enfermedad pulmonar. El otro pulmón fue trasplantado a un hombre de 55 años.

"Mi hijo había llegado a un estado en que era imposible salvarlo", declaró Moussa Salhut, el padre del pequeño fallecido.

"Estamos contentos de verlo revivir en otras personas, independientemente del hecho de que sean árabes o judías", destacó.

"No hay diferencia cuando se trata de salvar la vida -añadió-. En la tristeza de nuestra pérdida, estamos encantados de haber podido salvar vidas".

martes, 7 de septiembre de 2010

Futura carta municipal garantizará la vida desde la concepción

Posadas (Misiones), 7 Set. 10 (AICA) Los catorce convencionales constituyentes que trabajan en la reforma de la Constitución Municipal de la ciudad de Posadas resolvieron, por unanimidad, incluir en el Preámbulo de esa carta orgánica, el deber positivo del Municipio para garantizar la “protección de la persona desde la concepción”.

La nueva carta orgánica municipal tendrá cuerpo normativo constitucional el próximo 8 de noviembre, al conmemorarse los 140 años de la fundación de la ciudad.

La iniciativa de incluir ese párrafo en el Preámbulo fue del convencional constituyente, doctor Raúl Alberto Dalmau, representante del partido Justicialista, quien además es secretario ejecutivo de la Junta Diocesana de Catequesis de Posadas y prosecretario de la Junta Regional de Catequesis del Nordeste (NEA).

Tras amplios y profundos debates, la propuesta del edil fue finalmente sancionada por unanimidad de los convencionales.

La inclusión de ese párrafo en el Preámbulo tiene, aseguran, “relevancia jurídica e institucional”, dado que éste “define la filosofía política e institucional del ordenamiento jurídico de la ciudad; que luego servirá de fundamento al articulado de las ordenanzas, decretos y actos administrativos, por parte del poder constituido”.

“Cabe señalar que frente a quienes pretenden impulsar la cultura de la muerte, hoy podemos decir que desde estas tierras pretendemos apostar enfáticamente a la defensa de la vida, más aún cuando la protección de la persona humana desde la concepción, es una posición sostenida universalmente”, aseguró el concejal.

El edil reconoció que este tema “quizás no ocupe los titulares de diarios y medios nacionales, pero desde aquí, queremos decir que la vida humana desde la concepción debe ser protegida por todos los ciudadanos y especialmente por el Estado Municipal”.

“Ello en función de que -recordó- es precisamente la organización de las ciudades, el primer nivel de contacto de los ciudadanos con el Estado. El intendente y los concejales son los primeros receptores de las demandas sociales y, por ello, principales responsables de garantizar la respuesta inmediata a sus necesidades básicas”.

Al fundamentar la reforma histórica, Dalmao consideró que “es mucho lo que queda por delante en materia de educación y prevención, como así también de contención, cuidado y asistencia de la madre y su grupo familiar; pero resulta fundamental poner cada cosa en su lugar, la vida está sobre todo otro derecho, y debe ser protegida por los ciudadanos y por el Estado, este último como garante de los derechos fundamentales delegados por la organización política”.
Fuente: AICA

Cambiar el rumbo: Escuchar al Señor!!

Hoy les trascribo la primera lectura, que me parece que viene muy bien en estos tiempos, ya que tantos que se hacen llamar "catolicos" hacen y dicen cada barbaridad, respecto a por ejemplo, el "matrimonio" gay, el aborto, los gays, etc, etc!!

Hermanos estamos siendo llamados a evangelizar (Anunciar la buena noticia) con el ejemplo! en el día a día!! en el trabajo, en la facultad, en la FAMILIA, en el barrio, con el vecino!! Seamos COHERENTES!! El Señor nos llama al AMOR!!  amor entre hermanos, en el trabajo, etc!! No nos engañemos, o sos o nos sos Cristiano!! Sos o no sos CATOLICO?? A los tibios el Señor vomita!! Gocemos del Señor AHORA!! Pidamos la GRACIA de cambiar, de darnos cuenta lo que estamos haciendo MAL... la gracia de ser coherentes.. deemosle permiso a Jesús de que nos moldee como Dios nos tenia planeado!! Que seamos esas criaturas que el pensó antes de que existieramos!! Porque somos inutiles, sin Dios no somos NADA!! Todo lo bueno que hacemos (a los ojos de Dios) lo hacemos por gracia de El. Reflexionemos, ya listo!! dejemonos de rodeos. Sino para cuando?? Es ahora, ya!! Pidamos a Dios que nos saque de nuestro propio INFIERNO!! Estamos juntos, no estas solo/a, El Señor está con nosotros. AMEN!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto (1Cor 6, 1-11).

Hermanos: ¿Cómo es posible que cuando uno de ustedes tiene algún conflicto con otro, se atreve a reclamar justicia a los injustos, en lugar de someterse al juicio de los santos? ¿No saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo va ser juzgado por ustedes, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar asuntos de mínima importancia? ¿Ignoran que vamos a juzgar a los mismos ángeles? Con mayor razón entonces, los asuntos de esta vida. ¡Y pensar que cuando ustedes tienen litigios, buscan como jueces a los que no son nadie para la Iglesia! Lo digo para avergonzarlos: ¡por lo visto, no hay entre ustedes ni siquiera un hombre sensato, que sea capaz de servir de árbitro entre sus hermanos! ¡Un hermano pleitea con otro, y esto, delante de los que no creen! Ya está mal que haya litigios entre ustedes: ¿Por qué no prefieren sufrir la injusticia? ¿Por qué no prefieren ser despojados? Pero no, ustedes mismos son los que cometen injusticias y defraudan a los demás, ¡y esto entre hermanos! ¿Ignoran que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se hagan ilusiones: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el Reino de Dios. Algunos de ustedes fueron así, pero ahora han sido purificados, santificados y justificados en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Palabra de Dios.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Lo que dura para siempre

¿Ves aquella estrella que brilla en lo más alto del cielo? Pues ya no existe. Quizá desapareció hace millones de años. Lo que ahora nos llega es la luz de un astro que fue muy hermoso, que pertenece al pasado: ya no está en ningún sitio.

“¿Ya no existe? Pero si la vemos...” Tienes razón, pero hay cosas que vemos y que no existen, y hay cosas que no vemos pero que sí existen. Como las estrellas que ahora se forman en lugares muy lejanos de la Tierra y que no han sido todavía observadas por los astrónomos, porque no ha llegado su luz hasta nosotros.

Los hombres somos así: nos gusta creer en aquello que vemos. A la vez, muchas veces no somos capaces de reconocer lo que no vemos.

Hay, además, realidades que son invisibles, pero más duraderas, más hermosas, más profundas, que las estrellas, el dinero, el poder, la belleza física, la fama, el placer.

El dinero se acaba, o se invierte mal. Incluso a veces nos arruina, pues permite dar rienda a caprichos que pueden destruirnos. El poder aguanta mientras uno está sano o tiene fuerza o tiene dinero o goza del apoyo de otros “poderosos” (tan débiles como uno, tan frágiles como una planta de trigo). La belleza se pierde: el o la modelo de hoy será mañana un recuerdo del pasado, quizá conservado en miles de fotografías, pero no por ello menos lleno de achaques y de penas.

La fama es igual: pasajera como el viento. Dura un tiempo, tal vez años. Luego, todo termina. Los aplausos cesan, las primeras páginas de los periódicos se fijan en otras caras, los comentarios miran a otro lado. El “famoso” queda arrinconado en las listas del olvido.

Y el placer, ¿hay algo más frágil que el placer? Hoy muchos se llenan de emociones con un vaso de cerveza, con una aventura erótica barata, con el frenesí de la discoteca del fin de semana. Luego, un dolor de cabeza, un extraño sentimiento de vacío, la pena de no haber aprovechado el tiempo en otras cosas que “duran” más, en amores que rompen el desgaste del tiempo.

¿Hay algo que siempre dure, que no acabe? ¿Hay algo que sea más profundo que los placeres, más firme que la fama, más próspero que la riqueza, más brillante que las estrellas remotas?

En nuestros corazones descubrimos que late un espíritu, un alma inmortal. Capaz de conocer y de amar sin límites, capaz de darse y de imitar la vida del Dios que sabemos es bueno porque su esencia consiste en amar.

Hemos sido hechos más grandes que las estrellas, más ricos que el oro, más hermosos que la belleza de los campos, más profundos que las inmensidades del océano. Hemos sido hechos poco inferiores a los ángeles (cf. Sal 8,6). Grandes porque en nosotros quedó impresa la imagen y semejanza de Dios. Grandes porque el Amor nos sacó de la nada y nos llamó a vivir cada día enamorados.

Las estrellas mueren poco a poco, quizá incluso tras millones de años de hermosura. Mi espíritu y el tuyo son indestructibles, llamados a vivir eternamente. Vale la pena cuidar ese tesoro recibido, vale la pena cualquier esfuerzo para llegar a la vida verdadera: la vida de quien se deja amar por Dios y empieza a amar a Quien le ama y a sus hermanos.



Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net