martes, 29 de junio de 2010

29 de junio: San Pedro y San Pablo

Apóstoles y Mártires
Origen de la fiesta San Pedro y San Pablo son apóstoles, testigos de Jesús que dieron un gran testimonio. Se dice que son las dos columnas del edificio de la fe cristiana. Dieron su vida por Jesús y gracias a ellos el cristianismo se extendió por todo el mundo.

Los cadáveres de San Pedro y San Pablo estuvieron sepultados juntos por unas décadas, después se les devolvieron a sus sepulturas originales. En 1915 se encontraron estas tumbas y, pintadas en los muros de los sepulcros, expresiones piadosas que ponían de manifiesto la devoción por San Pedro y San Pablo desde los inicios de la vida cristiana. Se cree que en ese lugar se llevaban a cabo las reuniones de los cristianos primitivos. Esta fiesta doble de San Pedro y San Pablo ha sido conmemorada el 29 de Junio desde entonces.

El sentido de tener una fiesta es recordar lo que estos dos grandes santos hicieron, aprender de su ejemplo y pedirles en este día especialmente su intercesión por nosotros.

San Pedro

San Pedro fue uno de los doce apóstoles de Jesús. Su nombre era Simón, pero Jesús lo llamó Cefas que significa “piedra” y le dijo que sería la piedra sobre la que edificaría Su Iglesia. Por esta razón, le conocemos como Pedro. Era pescador de oficio y Jesús lo llamó a ser pescador de hombres, para darles a conocer el amor de Dios y el mensaje de salvación. Él aceptó y dejó su barca, sus redes y su casa para seguir a Jesús.

Pedro era de carácter fuerte e impulsivo y tuvo que luchar contra la comodidad y contra su gusto por lucirse ante los demás. No comprendió a Cristo cuando hablaba acerca de sacrificio, cruz y muerte y hasta le llegó a proponer a Jesús un camino más fácil; se sentía muy seguro de sí mismo y le prometió a Cristo que nunca lo negaría, tan sólo unas horas antes de negarlo tres veces.

Vivió momentos muy importantes junto a Jesús:
  • Vio a Jesús cuando caminó sobre las aguas. Él mismo lo intentó, pero por desconfiar estuvo a punto de ahogarse.
  • Prensenció la Transfiguración del Señor.
  • Estuvo presente cuando aprehendieron a Jesús y le cortó la oreja a uno de los soldados atacantes.
  • Negó a Jesús tres veces, por miedo a los judíos y después se arrepintió de hacerlo.
  • Fue testigo de la Resurrección de Jesús.
  • Jesús, después de resucitar, le preguntó tres veces si lo amaba y las tres veces respondió que sí. Entonces, Jesús le confirmó su misión como jefe Supremo de la Iglesia.
  • Estuvo presente cuando Jesús subió al cielo en la Ascensión y permaneció fiel en la oración esperando al Espíritu Santo.
  • Recibió al Espíritu Santo el día de Pentecostés y con la fuerza y el valor que le entregó, comenzó su predicación del mensaje de Jesús. Dejó atrás las dudas, la cobardía y los miedos y tomó el mando de la Iglesia, bautizando ese día a varios miles de personas.
  • Realizó muchos milagros en nombre de Jesús.

En los Hechos de los Apóstoles, se narran varias hazañas y aventuras de Pedro como primer jefe de la Iglesia. Nos narran que fue hecho prisionero con Juan, que defendió a Cristo ante los tribunales judíos, que fue encarcelado por orden del Sanedrín y librado milagrosamente de sus cadenas para volver a predicar en el templo; que lo detuvieron por segunda vez y aún así, se negó a dejar de predicar y fue mandado a azotar.

Pedro convirtió a muchos judíos y pensó que ya había cumplido con su misión, pero Jesús se le apareció y le pidió que llevara esta conversión a los gentiles, a los no judíos.
En esa época, Roma era la ciudad más importante del mundo, por lo que Pedro decidió ir allá a predicar a Jesús. Ahí se encontró con varias dificultades: los romanos tomaban las creencias y los dioses que más les gustaban de los distintos países que conquistaban. Cada familia tenía sus dioses del hogar. La superstición era una verdadera plaga, abundaban los adivinos y los magos. Él comenzó con su predicación y ahí surgieron las primeras comunidades cristianas. Estas comunidades daban un gran ejemplo de amor, alegría y de honestidad, en una sociedad violenta y egoísta. En menos de trescientos años, la mayoría de los corazones del imperio romano quedaron conquistados para Jesús. Desde entonces, Roma se constituyó como el centro del cristianismo.

En el año 64, hubo un incendio muy grande en Roma que no fue posible sofocar. Se corría el rumor de que había sido el emperador Nerón el que lo había provocado. Nerón se dio cuenta que peligraba su trono y alguien le sugirió que acusara a los cristianos de haber provocado el incendio. Fue así como se inició una verdadera “cacería” de los cristianos: los arrojaban al circo romano para ser devorados por los leones, eran quemados en los jardines, asesinados en plena calle o torturados cruelmente. Durante esta persecución, que duró unos tres años, murió crucificado Pedro por mandato del emperador Nerón.

Pidió ser crucificado de cabeza, porque no se sentía digno de morir como su Maestro. Treinta y siete años duró su seguimiento fiel a Jesús. Fue sepultado en la Colina Vaticana, cerca del lugar de su martirio. Ahí se construyó la Basílica de San Pedro, centro de la cristiandad.

San Pedro escribió dos cartas o epístolas que forman parte de la Sagrada Escritura.

¿Qué nos enseña la vida de Pedro?

Nos enseña que, a pesar de la debilidad humana, Dios nos ama y nos llama a la santidad. A pesar de todos los defectos que tenía, Pedro logró cumplir con su misión. Para ser un buen cristiano hay que esforzarse por ser santos todos los días. Pedro concretamente nos dice: “Sean santos en su proceder como es santo el que los ha llamado” (I Pedro, 1,15)
Cada quien, de acuerdo a su estado de vida, debe trabajar y pedirle a Dios que le ayude a alcanzar su santidad.
Nos enseña que el Espíritu Santo puede obrar maravillas en un hombre común y corriente. Lo puede hacer capaz de superar los más grandes obstáculos.

La Institución del Papado

Toda organización necesita de una cabeza y Pedro fue el primer jefe y la primera cabeza de la Iglesia. Fue el primer Papa de la Iglesia Católica. Jesús le entregó las llaves del Reino y le dijo que todo lo que atara en la Tierra quedaría atado en el Cielo y todo lo que desatara quedaría desatado en el Cielo. Jesús le encargó cuidar de su Iglesia, cuidar de su rebaño. El trabajo del Papa no sólo es un trabajo de organización y dirección. Es, ante todo, el trabajo de un padre que vela por sus hijos.

El Papa es el representante de Cristo en el mundo y es la cabeza visible de la Iglesia. Es el pastor de la Iglesia, la dirige y la mantiene unida. Está asistido por el Espíritu Santo, quien actúa directamente sobre Él, lo santifica y le ayuda con sus dones a guiar y fortalecer a la Iglesia con su ejemplo y palabra. El Papa tiene la misión de enseñar, santificar y gobernar a la Iglesia.

Nosotros, como cristianos debemos amarlo por lo que es y por lo que representa, como un hombre santo que nos da un gran ejemplo y como el representante de Jesucristo en la Tierra. Reconocerlo como nuestro pastor, obedecer sus mandatos, conocer su palabra, ser fieles a sus enseñanzas, defender su persona y su obra y rezar por Él.

Cuando un Papa muere, se reúnen en el Vaticano todos los cardenales del mundo para elegir al nuevo sucesor de San Pedro y a puerta cerrada, se reúnen en Cónclave (que significa: cerrados con llave). Así permanecen en oración y sacrificio, pidiéndole al Espíritu Santo que los ilumine. Mientras no se ha elegido Papa, en la chimenea del Vaticano sale humo negro y cuando ya se ha elegido, sale humo blanco como señal de que ya se escogió al nuevo representante de Cristo en la Tierra.

San Pablo

Su nombre hebreo era Saulo. Era judío de raza, griego de educación y ciudadano romano. Nació en la provincia romana de Cilicia, en la ciudad de Tarso. Era inteligente y bien preparado. Había estudiado en las mejores escuelas de Jerusalén.
Era enemigo de la nueva religión cristiana ya que era un fariseo muy estricto. Estaba convencido y comprometido con su fe judía. Quería dar testimonio de ésta y defenderla a toda costa. Consideraba a los cristianos como una amenaza para su religión y creía que se debía acabar con ellos a cualquier costo. Se dedicó a combatir a los cristianos, quienes tenían razones para temerle. Los jefes del Sanedrín de Jerusalén le encargaron que apresara a los cristianos de la ciudad de Damasco.

En el camino a Damasco, se le apareció Jesús en medio de un gran resplandor, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” ( Hechos de los Apóstoles 9, 1-9.20-22.).
Con esta frase, Pablo comprendió que Jesús era verdaderamente Hijo de Dios y que al perseguir a los cristianos perseguía al mismo Cristo que vivía en cada cristiano. Después de este acontecimiento, Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron a Damasco y pasó tres días sin comer ni beber. Ahí, Ananías, obedeciendo a Jesús, hizo que Saulo recobrara la vista, se levantara y fuera bautizado. Tomó alimento y se sintió con fuerzas.
Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y después empezó a predicar a favor de Jesús, diciendo que era el Hijo de Dios. Saulo se cambió el nombre por Pablo. Fue a Jerusalén para ponerse a la orden de San Pedro.

La conversión de Pablo fue total y es el más grande apóstol que la Iglesia ha tenido. Fue el “apóstol de los gentiles” ya que llevó el Evangelio a todos los hombres, no sólo al pueblo judío. Comprendió muy bien el significado de ser apóstol, y de hacer apostolado a favor del mensaje de Jesús. Fue fiel al llamado que Jesús le hizo en al camino a Damasco.

Llevó el Evangelio por todo el mundo mediterráneo. Su labor no fue fácil. Por un lado, los cristianos desconfiaban de él, por su fama de gran perseguidor de las comunidades cristianas. Los judíos, por su parte, le tenían coraje por "cambiarse de bando". En varias ocasiones se tuvo que esconder y huir del lugar donde estaba, porque su vida peligraba. Realizó cuatro grandes viajes apostólicos para llevar a todos los hombres el mensaje de salvación, creando nuevas comunidades cristianas en los lugares por los que pasaba y enseñando y apoyando las comunidades ya existentes.

Escribió catorce cartas o epístolas que forman parte de la Sagrada Escritura.

Al igual que Pedro, fue martirizado en Roma. Le cortaron la cabeza con una espada pues, como era ciudadano romano, no podían condenarlo a morir en una cruz, ya que era una muerte reservada para los esclavos.

¿Qué nos enseña la vida de San Pablo?

Nos enseña la importancia de la labor apostólica de los cristianos. Todos los cristianos debemos ser apóstoles, anunciar a Cristo comunicando su mensaje con la palabra y el ejemplo, cada uno en el lugar donde viva, y de diferentes maneras.

Nos enseña el valor de la conversión. Nos enseña a hacer caso a Jesús dejando nuestra vida antigua de pecado para comenzar una vida dedicada a la santidad, a las buenas obras y al apostolado.

Esta conversión siguió varios pasos:
  1. Cristo dio el primer paso: Cristo buscó la conversión de Pablo, le tenía una misión concreta.
  2. Pablo aceptó los dones de Cristo: El mayor de estos dones fue el de ver a Cristo en el camino a Damasco y reconocerlo como Hijo de Dios.
  3. Pablo vivió el amor que Cristo le dio: No sólo aceptó este amor, sino que los hizo parte de su vida. De ser el principal perseguidor, se convirtió en el principal propagador de la fe católica.
  4. Pablo comunicó el amor que Cristo le dio: Se dedicó a llevar el gran don que había recibido a los demás. Su vida fue un constante ir y venir, fundando comunidades cristianas, llevando el Evangelio y animando con sus cartas a los nuevos cristianos en común acuerdo con San Pedro.

Estos mismos pasos son los que Cristo utiliza en cada uno de los cristianos. Nosotros podemos dar una respuesta personal a este llamado. Así como lo hizo Pablo en su época y con las circunstancias de la vida, así cada uno de nosotros hoy puede dar una respuesta al llamado de Jesús.

Fuente: Catholic.net

viernes, 25 de junio de 2010

Adopción: El “derecho” no es de los adultos, sino de los niños

“Los adultos no tienen derecho a adoptar niños. La adopción es el derecho de los niños que no tienen una familia, a ser adoptados por padres que puedan criarlos y educarlos. Su interés superior requiere la diversidad de los sexos de sus padres, perfectamente complementarios”, explicó con toda claridad el Juez de Menores, Carlos López Peña, en la Legislatura de Córdoba. Durante la audiencia pública convocada por la Comisión de Legislación General del Senado de la Nación, el 23 de junio, desde las 11 a las 19 horas.


En la sesión estuvieron presentes la presidenta de la Comisión, senadora nacional por San Luis, Liliana Negre de Alonso, y los senadores nacionales cordobeses Luis Juez y Norma Morandini. No asistió el otro senador nacional por Córdoba, Ramón Mestre.

Se concedió a cada orador 5 minutos para expresar sus ideas. Tomaron la palabra unos 90 oradores. Del total, unos 80 solicitaron expresamente el rechazo del proyecto de ley nacional que tiene media sanción por la Cámara de Diputados de la Nación, por la que se intenta instaurar el pseudo matrimonio de personas de igual sexo. Sugestivamente la mayoría de quienes se pronunciaron a favor del proyecto de ley, unos 10, son funcionarios públicos provinciales o nacionales, estos últimos miembros del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).

Testimonios impactantes

Tres testimonios fueron especialmente impactantes. Mauricio Monteos, quien explicó que llevó durante años una vida homosexual activa, traumática, llena de amoríos pero sin amor, verdaderamente frustrante. Contó también cómo un acontecimiento de su vida personal –que no detalló-, lo llevó a plantearse la posibilidad de cambiar su estilo de vida. Luego de cuatro años de ayuda terapéutica y espiritual, revirtió su homosexualiad; se casó y tiene un hijo.

Un testimonio similar prestó una mujer que vivió durante un par de décadas como lesbiana, con similares frustraciones. Relató que en un momento vivió con una pareja del mismo sexo y se plantearon la posibilidad o no de adoptar un hijo; y, de común acuerdo, decidieron que no estaban preparadas para eso. Luego decidió cambiar de vida y en el monasterio Aguas Vivas la ayudaron a dejar el lesbianismo. Concluyó que si hubiera adoptado en su momento, le habría causado un daño irreparable a ese chico.

Victoria Minchili, se presentó como transexual con activa participación en el lobby homosexual, a través de la Comunidad Homosexual Argentina, cuando vivía en Buenos Aires. Comentó que allí se discutió mucho el tema del “matrimonio homosexual”, y que su postura y la de otros militantes era que no correspondía, que el matrimonio debía ser para varón y mujer, que ellos son personas diferentes y, por lo tanto, debían tener una regulación jurídica distinta. Contó que por ese motivo sufrió la persecución, rechazo y discriminación dentro del movimiento homosexual. Por eso decidió irse a vivir a la localidad serrana de Alta Gracia, donde habita desde hace varios años. Y que, desde su condición de transexual venía a pedirle a los senadores que voten en contra de la ley.

Jorge Scala explicó las consecuencias que, necesariamente implicaría la aprobación del proyecto de ley. Habría que cambiar todos los planes de estudio, y enseñar a los niños, desde su más tierna infancia, que cuando grandes podrían elegir casarse con un varón o con una mujer, porque eso era legal. Además, con la modificación de la ley antidiscriminatoria que avanza en la Cámara de Diputados, se pondrá en la cárcel a quienes piensen diferente, o a los padres que intenten educar moralmente a sus hijos con pautas morales. Por tanto, la aprobación de la ley implica que se pasaría de tolerar la homosexualidad, a promoverla como política pública, bajo pena de cárcel a quien opine diferente. Y el INADI se transformaría en la policía ideológica del régimen.+ (Juan Claudio Sanahuja)

Fuente: AICA

Oración para pedir la efusión del Espíritu Santo


Espíritu Santo de Dios,
ven en mi auxilio y enséñame a orar. 
 
Derrámate en mi corazón y conviérteme.
Ven a reparar en mí las heridas del pecado. 

Dame la gracia de perdonar de corazón a mis hermanos
e inúndame con tu paz. 

Unifica todo mi ser,
ven a poner orden en todas mis cosas
para que todo en mi vida responda a la voluntad de Dios. 

Dame docilidad para seguir tus inspiraciones
y fortaleza para resistir las tentaciones.
 
Sana toda mi historia y pon tu consuelo allí donde faltó.
Colma de tu amor cada momento de mi historia. 

Ayúdame a vivir en la Presencia de Jesús
y bajo el amparo de María, mi Madre Celestial. Amén.

martes, 15 de junio de 2010

El milagro de Lanciano

"... en todo el mundo se ofrece a mi Nombre tanto el humo del incienso como una ofrenda pura... "-- Profecía de Malaquías 2,11

Lanciano es una pequeña ciudad de Italia, que se encuentra en la costa del Mar Adriático. Aquí se conserva desde hace más de trece siglos el más antiguo y más grande de 400 milagros eucarísticos. Esta es la historia:

Un sacerdote inteligente y entendido en las cosas del mundo, pero débil en la fe, dudaba de la presencia real de Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía: ¿Está Jesús realmente presente –no figurativa ni simbólicamente– en la Eucaristía?

Una mañana del año 700, hace más de 1300 años, mientras celebraba la Santa Misa, el sacerdote estaba siendo atacado fuertemente por la duda, y después de haber pronunciado las solemnes palabras de la consagración, vio como la Santa Hostia se convirtió en un círculo de carne y el vino en sangre visible. Se sorprendió y emocionó tanto que se puso a temblar y a llorar incontrolablemente de gozo y agradecimiento.

Estuvo parado por un largo rato, de espaldas a los fieles, como era la Misa en ese tiempo. Después se volteó despacio hacia ellos, diciéndoles: “¡Oh afortunados testigos a quién el Santísimo Dios, para destruir mi falta de fe, ha querido revelárseles Él mismo en este Bendito Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos. Vengan, hermanos y maravíllense ante nuestro Dios tan cerca de nosotros. ¡Contemplen la Carne y la Sangre de Nuestro Amado Cristo!”.

Las personas se apresuraron para ir al altar y, al presenciar el milagro, empezaron a clamar, pidiendo perdón y misericordia. Otras empezaron a darse golpes de pecho, confesando sus pecados, declarándose indignos de presenciar tal milagro. Otros se arrodillaban en señal de respeto y gratitud por el regalo que el Señor les había concedido. Todos contaban la historia por toda la ciudad y por todos los pueblos circunvecinos.

La Carne se mantuvo intacta, pero la Sangre se dividió en el cáliz en 5 partículas o bolitas de diferentes tamaños y formas irregulares. Inmediatamente la Hostia y las cinco partículas fueron colocadas en un relicario de marfil, que fue reemplazado en 1713 por el relicario actual, de plata y cristal, en el que hoy pueden verse la Carne y la Sangre como entonces.

En sí mismo, este suceso, certificado documentalmente, es extraordinario. Pero además, la conservación de la Carne y de la Sangre, dejadas al estado natural por espacio de trece siglos y expuestas a la acción de agentes atmosféricos y biológicos, es inexplicable científicamente. Lo normal es que se hubieran desintegrado al cabo de unos cuantos años.

A través del tiempo, se han hecho muchas investigaciones. En 1574 se descubrió otro fenómeno inexplicable. Las cinco bolitas de Sangre coagulada son de diferentes tamaños y formas, pero cualquier combinación pesa en total lo mismo. En otras palabras, una pesa lo mismo que dos o cinco, dos pesan lo mismo que tres o cuatro, etc.

Análisis realizados en 1991 con absoluto rigor científico, con los instrumentos más avanzados y documentados por una serie de fotografías al microscopio, dieron los siguientes resultados: La Carne pertenece a un corazón humano, estando presentes, en secciones, el miocardio, el endocardio, el nervio vago y, por el relevante espesor del miocardio, el ventrículo izquierdo. La Sangre es sangre humana con todos los componentes de la sangre fresca. Carne y Sangre son del grupo sanguíneo AB, como el presente en la Sábana Santa y otros milagros eucarísticos.

¿Qué decir ante esto? Para que creamos, Jesús nos demuestra mediante este Milagro Eucarístico que en cada Misa y en cada Sagrario de la Tierra se encuentra Él realmente presente en el Santísimo Sacramento de laEucaristía, con Su Carne y Sangre, Humanidad y Divinidad. Allí está Su Corazón traspasado de amor por los hombres, recibiendo indiferencias y desprecios, ofensas y sacrilegios de aquellos por los que sufrió hasta la muerte en la cruz.

Es manifestación del amor mas sublime que existe. Solo Nuestro Señor, nos ama de esta forma. El Señor nos sigue dando Su Sangre y Su Cuerpo todos los días en la Eucaristía para sanarnos, liberarnos y sustentarnos, como Él mismo dijo: 'El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida'. (Juan 6,54-56).

¡Entra en la Presencia del Señor con gratitud y reverencia! Que cada Eucaristía sea un encuentro único con el Corazón de Jesús, encuentro con el Dios de Amor, el Dios que se manifiesta misericordioso, compasivo, y a la misma vez, con un Corazón traspasado por los pecados nuestros y de la humanidad.


Fuente: http://www.adorasi.com

sábado, 12 de junio de 2010

El Corazón generoso y tierno de María

Santa María no tuvo más corazón ni más vida que la de Jesús. Una vida y un corazón humanos pero de Jesús. ¿Podemos, acaso, tu y yo amar y entregarnos de igual manera? El corazón humano de María pudo hacerlo. Tú y yo tenemos su propio corazón como un escalón a la Puerta Santa que es Jesús. Con el ejemplo de la Santa Madre de Dios, no solo sabemos que podemos amar a Cristo, debemos amarle así porque la tenemos a Ella misma como intercesora.

Corazón generoso y tierno corazón como por naturaleza es el de toda mujer que es madre, el de María nos inspira profundamente. Y podríamos admirar a la Virgen por amar al Niño Dios, de igual manera que admiramos a cualquier madre que sostiene a su pequeño en los brazos. Pero el corazón de María ya era de Dios aún antes de la Anunciación. Había decidido reservar su corazón a Dios sin necesitar algún prodigio. En la Anunciación se consuma la previa entrega que ya se había realizado. ¿Cómo nos extraña entonces que haya podido pronunciar esas palabras que la han subido a la cúspide de la Fe "Hágase en mí según tu palabra"? Pensándolo con mayor hondura el corazón de María, sí es corazón humano, no solo era capaz de eso, sino de mucho más.

El corazón amoroso y entregado es, en su generosidad, un corazón fiel: Un corazón humano al pie de la cruz. Si con facilidad podíamos imaginar la ternura de la escena en el pesebre, con gran dificultad podemos apenas hacer un esbozo en la imaginación de la Santísima Virgen recibiendo de José de Arimatea el cuerpo ensangrentado de su hijo. ¿Cómo imaginar el dolor de una Madre que limpia, con mano trémula, la sangre de su hijo? Remueve en lo más profundo aún a nuestro propio y durísimo corazón el pensar en la mirada de María ante el rostro desfigurado y atrozmente golpeado de Jesucristo. Y su corazón dolido estaba ahí, fiel, al pie de la cruz. ¿Dónde está nuestra corazón? ¿Al pie de la cruz como el de la Santísima Virgen o escondido y alejado como el de los discípulos que abandonaron al Señor?

El corazón de María nos muestra todas las encontradas emociones que un corazón es capaz de sentir. Es el corazón de la Virgen uno tan grande y tan generoso, que es además nuestro propio refugio. Su corazón es, además de ejemplo y con dignidad sobresaliente para ser admirado, el consuelo para la aflicción. ¿Cuánto no comprenderás nuestros humanos dolores ella que enfrentó el dolor más profundo que se pueda experimentar?

Pero el corazón humano de nuestra Madre en Cristo no solo es un ejemplo de ternura amorosa o de abyecto dolor. María en su corazón es la Madre del buen consejo, y quien mejor nos puede enseñar a vivir el amor al prójimo. Poderoso corazón el de María, que puede convertir nuestro egoísmo y amor propio en caridad y amor a Dios. El corazón entregado de María debería enseñarlos a pedirle confiados a Dios: "Padre, mi corazón puede poco ¡Haz que te ame mas!".


Es a la Madre de Dios a quien hemos de acudir para pedirle que nos enseñe a amar más, a entregar más, a ser más justos, a rogarle que con su corazón dulcísimo nos proteja, nos enseñe, nos guíe.

El corazón humano de María. Humano. Como el tuyo y como el mío. 
 
Autor: Oscar Colorado Nates | Fuente: Catholic.net

viernes, 11 de junio de 2010

Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, consagramos alegremente nuestra familia a tu Divino Corazón.

Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.

Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos, parientes y amigos.

Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.

Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.

Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestros grupos de amigos de estudio y trabajo.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.

Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.

Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.

Fuente. Catholic.net

De corazón de piedra a corazón de carne

Golpes de la vida, traiciones, engaños, o simplemente el paso del tiempo, endurecen corazones, apagan entusiasmos, destruyen alegrías.

A veces por culpa de otros, muchas otras veces por nuestra propia culpa, hemos dejado que el corazón empiece a secarse. Entonces nos hacemos insensibles a las penas del amigo, a las necesidades de familiares, a los problemas de quienes viven cerca o lejos, a los sufrimientos de Jesús en el Calvario.

Caemos en esa dureza que nos lleva a juzgar, a condenar, a mirar con desprecio. Desconfiamos de los demás. Incluso al mirar al cielo, parece que tenemos para Dios más reproches que alabanzas.

Es entonces cuando necesitamos acercarnos al Corazón de Cristo. Un Corazón lleno de amor al Padre y a los hombres. Un Corazón que vino no por los justos, sino por los pecadores. Un Corazón que siente pena profunda al ver a tantos hombres y mujeres perdidos, abandonados, solos, como ovejas que deambulan sin pastor (cf. Mt 9,36).

Ese Corazón me enseñará a ver el mundo con ojos distintos. Quitará de mis ojos escamas de avaricia, y pondrá el brillo de la mirada luminosa de un niño que confía plenamente en su Padre. Quitará de mis arterias rencores que envenenan, y pondrá una sangre limpia y dispuesta a servir a los hermanos. Quitará de mi inteligencia cálculos retorcidos y egoístas, y me dará fuerzas para pensar en grande, con una mente como la del mismo Cristo.

Ese Corazón me invitará a ser manso y humilde (cf. Mt 11,29). Manso ante quienes, tal vez con intenciones buenas (sólo Dios sabe lo que hay dentro de cada uno) me hacen daño, me insultan, me desprecian. Manso ante quienes son vengativos y llenos de odios hacia los demás o hacia mí. Manso ante quienes provocan con violencia y pueden ser vencidos con el bálsamo del perdón y de la acogida benévola.

También me ayudará a ser humilde. Humilde para no desanimarme ante esas faltas que no llego a expulsar de mi alma. Humilde para no envidiar a quien va “delante” y parece vivir rodeados de triunfos, y para no despreciar a quien tal vez ha caído en un pecado que parece más grande que los míos. Humilde para reconocer que todos los dones vienen de Dios, que por mí mismo no puedo dar un solo paso en el camino de la gracia. Humilde para acudir, las veces que haga falta, al sacramento de la confesión, con lágrimas sinceras y con la confianza del hijo que busca a quien vino no para juzgar, sino para salvar (cf. Jn 12,47).

Entonces será posible el milagro: dejaré que Jesús extirpe de mis entrañas ese corazón duro, de piedra, para darme un corazón de carne (cf. Ez 11,19; 36,26); un corazón revestido “de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia” (Col 3,12). Un corazón nuevo, que confía como un niño en el amor constante del Padre, que se deja levantar como oveja rescatada por el Hijo, que se inflama de gratitud y de esperanza en el Espíritu.



Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net

Sagrado Corazón de Jesús

En el lenguaje bíblico, la palabra corazón designa lo más íntimo de la persona, el motor de la actividad y del querer. El corazón de Jesús en su interioridad más profunda, es puro amor. Amor a su Padre y amor a los hombres y mujeres de toda la humanidad. Celebrar el corazón de Jesús es celebrar que lo más íntimo y esencial de Dios es el amor.



Fuente: La Liturgia Cotidiana - San Pablo Ediciones | http://www.san-pablo.com.ar

jueves, 10 de junio de 2010

Mañana culmina el Año Sacerdotal

Buenos Aires, 10 Jun. 10 (AICA) Mañana, viernes 11 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, llegará a su fin el Año Sacerdotal, que se inició el 19 de junio de 2009, convocado por Benedicto XVI con ocasión del 150º aniversario de la muerte de San Juan María Vianney -el Santo Cura de Ars-, Patrono de todos los sacerdotes.

En la convocatoria al Año Sacerdotal, cuyo lema es “Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote”, el Papa expresaba el propósito de “contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo”.

En la Argentina, varias arquidiócesis y diócesis aprovecharon la pasada celebración de Corpus Christi para clausurar este Año, mientras que en otras, la clausura será mañana mismo, o bien eligieron otros acontecimientos diocesanos para ello.

Por ejemplo en Mendoza, la clausura será hoy, jueves 10 de junio, a partir de las 19 en el templo de la Compañía de Jesús dedicado al Sagrado Corazón, con oración eucarística y una misa presidida por el arzobispo, monseñor José María Arancibia; en Tucumán, el arzobispo, monseñor Luis Héctor Villalba, presidirá la misa hoy a las 20.30 en la catedral Nuestra Señora de la Encarnación; y en Mar del Plata, habrá una misa hoy a las 19 en la catedral de los Santos Pedro y Cecilia presidida por el obispo, monseñor Juan Alberto Puiggari.

Por su parte, la arquidiócesis de Rosario y la diócesis de San Martín tendrán ordenaciones sacerdotales. En Rosario, los diáconos Darío Omar Lambertucci y Javier José Pussetto recibirán la ordenación presbiteral de manos del arzobispo, monseñor José Luis Mollaghan, mañana a las 19 en la iglesia San Cayetano; y en San Martín, el obispo, monseñor Guillermo Rodríguez-Melgarejo, ordenará sacerdotes a los diáconos Raúl García y Rodrigo Puente Olivera, mañana a las 11.30 en el santuario de Nuestra Señora de Lourdes, de Santos Lugares.

Y en Roma, la clausura del Año Sacerdotal será mañana por la mañana en la Plaza de San Pedro, con una misa presidida por el Santo Padre. Será a su vez la clausura del Encuentro Internacional de Sacerdotes organizado por la Congregación para el Clero para esta ocasión. La misa podrá verse en directo a través de la señal de cable EWTN, a las 5 (hora de la Argentina) y a las 13 en diferido; también por Internet en www.ewtn.com.+

Fuente: AICA.

El Corazón de Cristo


¡Dueño de mi vida,
vida de mi amor,
ábreme la herida de tu Corazón!

¡Qué petición tan sublime y humilde,
tan trascendental y sentida!

El Corazón de Jesús,
el Corazón divino-humano
de Cristo Resucitado es el Dueño de nuestras vidas,
de todas y cada una,
no nos pertenecemos a nosotros mismos,
pertenecemos al Señor,
y en la vida y en la muerte somos del Señor.

Vida de mi amor,
pues sólo Él sacia, llena,
con bondad infinita
la vida de nuestro amor,
nos hace amar con su amor,
o en lenguaje de Sta. Teresita,
“nos presta su amor” “para llenar nuestras manos vacías”

“Ábreme la herida de tu Corazón”,
ábreme tu costado traspasado
del que salió sangre y agua;
ábreme –como explicaba S. Juan de Ávila, patrón del clero diocesano-
esas saetías que son tus llagas
para ver que tus entrañas
son amor,
sólo amor, un amor sacrificado,
un amor crucificado, un amor hasta el extremo.

¿Cómo hablar dignamente de Él?
¿Cómo expresar adecuadamente
el misterio insondable de su corazón,
de su presencia, de su persona?

Jesucristo es el centro de los corazones,
El que atrae a todos hacia Él, y, atrayéndolos,
los eleva y los lleva al Padre.

Jesucristo es la clave de la historia humana,
la Palabra pronunciada que conversa
amigablemente con nosotros,
que pasa a nuestro lado, ¡tan suavemente!,
y entabla una conversación sencilla,
que pasa a ser honda y sentida,
para terminar en Luz, Sabor, Agua, Vida, Verdad.

Él habla –siempre elocuente-
con tan gran amor
que atrae irresistiblemente la atención
de los sentidos interiores
y así nos muestra el Misterio de Sí mismo,
de su Corazón, de su Amor tan personal y cercano,
tan cercano y vital, tan hermoso y tan diverso,
que seduce y nos lleva consigo,
y se nos da y habita en nosotros.

Su Corazón quiere formar un pueblo de reyes,
de hombres libres y santos,
mirada limpia y corazón de niños,
que sirvan a la humanidad con amor de redención
bebiendo del costado abierto del Salvador (como cantaremos en el Prefacio),
las aguas vivas que, de su Corazón,
siguen manando. ¡Oh cristalina fuente!



Fuente: http://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com

Eucaristía y Sagrado Corazón

La Eucaristía fue el regalo más hermoso y valioso del Sagrado Corazón de Jesús. La Eucaristía nos introduce directamente en el Corazón de Jesús y nos hace gustar sus delicias espirituales. En la eucaristía, como en la cruz, está el Corazón de Jesús abierto, dejando caer sobre nosotros torrentes de gracia y de amor.
 
En la Eucaristía está vivo el Corazón de Cristo y en una débil y blanca Hostia, parece dormir el sueño de la impotencia, pero su Corazón vela. Vela tanto si pensamos como si no pensamos en Él. No reposa. Día y noche vela por nosotros en todos los Sagrarios del mundo. Está pidiendo por nosotros, está pendiente de nosotros, nos espera a nosotros para consolarnos, para hacernos compañía, para intimar con nosotros.

Hay por lo tanto una relación estrechísima entre la eucaristía y el Sagrado Corazón. ¿Cuál es el mejor culto, la mejor satisfacción, la mejor devoción que podemos dar al Sagrado Corazón?

Participando en la Eucaristía, Jesús recibe de nosotros el más noble culto de adoración, acción de gracias, reparación, expiación e impetración.

Visitando al Santísimo Sacramento, vivo en cada Iglesia, el Sagrado Corazón de Jesús recibe adoración y amor de nuestra parte. Por eso está encendida la lamparita, símbolo de la presencia viva de ese Corazón que palpita de amor por todos.

Damos culto al Corazón de Jesús, haciendo la comunión espiritual, ya sea que estemos en el trabajo, en el estudio, en la calle. Es ese recuerdo, que es deseo profundo de querer recibir a Cristo con aquella pureza, aquella humildad y devoción con que lo recibió la Santísima Virgen. Con el mismo espíritu y fervor de los santos.

Haciendo Hora Santa, Jesús recibe también reparación. Cada pecado nuestro le va destrozando e hiriendo su divino corazón. Con la Hora Santa vamos reparando nuestros pecados y los pecados de la humanidad. Así se lo pidió Cristo a santa Margarita María de Alacoque en 1673 en Paray-Le-Monial (Francia).

También los primeros viernes de cada mes son ocasión maravillosa para reparar a ese corazón que tanto ha amado a los suyos y que no recibe de ellos sino ingratitudes y desprecios.

El culto al Sagrado Corazón de Jesús es la respuesta del hombre y de cada uno de nosotros al infinito amor de Cristo que quiso quedarse en la eucaristía para siempre. Que mientras exista uno de nosotros no vuelva Jesús a quejarse: “He aquí el Corazón que tanto ha amado y ama al hombre y en respuesta no recibo sino olvido e ingratitud”.

Este culto eucarístico es la respuesta de correspondencia nuestra al amor del Corazón de Jesús, pues es en la eucaristía donde ese corazón palpita de amor por nosotros.


Autor: P. Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net

martes, 8 de junio de 2010

Dulzura de los salmos, valor teológico

"Aunque es verdad que toda la sagrada Escritura está impregnada de la gracia divina, el libro de los salmos posee, con todo, una especial dulzura; el mismo Moisés, que narra en un estilo llano las hazañas de los antepasados, después de haber hecho que el pueblo atravesara el mar Rojo de un modo admirable y glorioso, al contemplar cómo el Faraón y su ejército habían quedado sumergidos en él, superando sus propias cualidades (como había superado con aquel hecho sus propias fuerzas), cantó al Señor un cántico triunfal. También María, su hermana, tomando en su mano el pandero, invitaba a las otras mujeres, diciendo: Cantaré al Señor, sublime es su victoria, caballos y carros ha arrojado en el mar.

La historia instruye, la ley enseña, la profecía anuncia, la reprensión corrige, la enseñanza moral aconseja; pero el libro de los salmos es como un compendio de todo ello y una medicina espiritual para todos. El que lo lee halla en él un remedio específico para curar las heridas de sus propias pasiones. El que sepa leer en él encontrará allí, como en un gimnasio público de las almas y como en un estadio de las virtudes, toda la variedad posible de competiciones, de manera que podrá elegir la que crea más adecuada para sí, con miras a alcanzar el premio final.

Aquel que desee recordar e imitar las hazañas de los antepasados hallará compendiada en un solo salmo toda la historia de los padres antiguos, y así, leyéndolo, podrá irla recorriendo de forma resumida. Aquel que investiga el contenido de la ley, que se reduce toda ella al mandamiento del amor (porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley), hallará en los salmos con cuánto amor uno solo se expuso a graves peligros para librar a todo el pueblo de su oprobio; con lo cual se dará cuenta de que la gloria de la caridad es superior al triunfo de la fuerza.

Y ¿qué decir de su contenido profético? Aquello que otros habían anunciado de manera enigmática se promete clara y abiertamente a un personaje determinado, a saber, que de su descendencia nacerá el Señor Jesús, como dice el Señor a aquél: A uno de tu linaje pondré sobre tu trono. De este modo, en los salmos hallamos profetizado no sólo el nacimiento de Jesús, sino también su pasión salvadora, su reposo en el sepulcro, su resurrección, su ascensión al cielo y su glorificación a la derecha del Padre. El salmista anuncia lo que nadie se hubiera atrevido a decir, aquello mismo que luego, en el Evangelio, proclamó el Señor en persona".


(S. AMBROSIO, Coment. Salmo 1, 4.7-8)

Post relacionado: Los salmos

Fuente: http://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com

lunes, 7 de junio de 2010

Cada día soy mas pecador

[12:25:42] Flopy dice:
hola!
[12:26:27] Antonio dice:
Hooola Flopy!!
[12:26:39] Antonio dice:
como estas??
[12:27:12] Flopy dice:
bien!!!!!
[12:27:21] Flopy dice:
cansada!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! (nota: trabajo mucho los dos dias anteriores para el Señor)
[12:27:38] Antonio dice:
jaja gloria a Dios!!!
[12:27:38] Flopy dice:
pareciera que me paso un camion!
[12:28:06] Flopy dice:
con dos increibles moretones!!!!!!!!!
[12:28:40] Antonio dice:
uhh claro me dijo Fatima q te caiste?? no tuve tiempo de preguntarte q te paso..
[12:28:50] Antonio dice:
tan fuerte fue?
[12:29:21] Antonio dice:
sabes q cuando pusiste cansada yo entendi casada!!!!!!1 jaja
[12:29:38] Flopy dice:
jajajaja
[12:30:03] Flopy dice:
si me case hoy!!!!!!!!!!!!!!!!!!
[12:30:21] Flopy dice:
un pequeño detalle
[12:30:44] Flopy dice:
me falta el esposo!!!!!!!!!
[12:31:13] Antonio dice:
jeje ah no pasa nada
[12:31:46] Antonio dice:
falta menos ya
[12:32:09] Flopy dice:
porque?
[12:32:29] Antonio dice:
y solo te falta el esposo..
[12:32:35] Antonio dice:
una sola cosa
[12:33:06] Flopy dice:
jajaaja
[12:33:07] Antonio dice:
te acordas q te dije el otro dia q a mi me faltaba muchas cosas para casarme?? jeje
[12:33:43] Flopy dice:
jaja
[12:34:32] Flopy dice:
hey pero es re importante e indispensable la que me falta
[12:35:07] Antonio dice:
jajaja la verdad q pensandolo bien.. es importante
[12:35:26] Antonio dice:
jeje
[12:36:00] Antonio dice:
seguro q anda x ahi.... el señor tal vez lo esta preparando
[12:36:24] Antonio dice:
dandole algunas instrucciones
[12:36:28] Antonio dice:
jeje
[12:38:14] Flopy dice:
uh!!!! si puede ser porque  para soportarme necesita muchas instrucciones!!!!!!!!!!!
[12:38:43] Flopy dice:
jaja
[12:38:49] Antonio dice:
jaja no me asustes
[12:40:03] Flopy dice:
no tan insoportable no soy!!!!
[12:40:15] Flopy dice:
un poco!!!!!! jaja
[12:41:05] Flopy dice:
ah!!!!!!
[12:42:38] Flopy dice:
y Dios necesita prepararme tb!!!!!
[12:43:27] Antonio dice:
si seguro.. x eso hay q ser dociles al Señor para q podamos recibir todo lo q el tiene para nosotros...
[12:44:10] Antonio dice:
uhhhhhhhhh conmigo tiene tanto trabajo mi dulce Señor!!!
[12:45:17] Flopy dice:
pero no se nota!!!
[12:47:17] Antonio dice:
pero hay muuuucho.. pero x gracia de Dios cada día hay un poquito menos a los ojos del Señor... aunque mas q el dia anterior a mis ojos
[12:47:32] Antonio dice:
jeje q bueno ese pensamiento :-)
[12:48:13] Antonio dice:
El ve toda mi historia yo solo veo una parte!! q groso
[12:49:13] Flopy dice:
es cierto!!!!!
[12:50:08] Flopy dice:
pero el es tan misericordioso que ve y comprende toda nuestra historia!!!!!!
[12:51:43] Flopy dice:
y aunque muchas veces metemos la pata en nuestra historia o la hicimos sin que El este presente
[12:52:42] Flopy dice:
todo lo comprende, perdona y acepta inclusive cuando nosotros no lo hacemos!!!!
[12:53:14] Antonio dice:
es cierto!!
[12:53:22] Antonio dice:
Gloria a Dios!!
[12:53:35] Antonio dice:
che esto tenemos q poner en un libro
[12:53:53] Flopy dice:
que cosa!!!!
[12:54:05] Flopy dice:
bueno me tengo que ir!
[12:54:13] Flopy dice:
besos!!!
[12:54:22] Antonio dice:
besos y muchas bendiciones!!

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Soy mas pecador = me doy cuenta que soy pecador que soy débil y necesito de mi Señor!! Sin él no puedo hacer nada... todo lo hago por su Gracia!!

Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.

Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.

Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

Haciendo el examen de conciencia

Para que sea profundo y completo, te recomendamos seguir los siguientes pasos


Para que el examen de conciencia sea profundo y completo, te recomendamos seguir los siguientes pasos:

1. Invocación al Espíritu Santo: 
Llama al Espíritu Santo para te ilumine y te haga ver tu vida desde los ojos de Dios. Puedes utilizar la oración al Espíritu Santo que aparece aquí, o la más conocida invocación al Espíritu Santo.

2. Acto de presencia de Dios:
Haz un esfuerzo para darte cuenta de que Dios está presente en tu vida atento a tus intenciones, a tus deseos, a tus necesidades.

3. Acción de gracias:
Recuerda todos los beneficios que has recibido de Dios, especialmente los más cercanos y los más íntimos. Al recordar estos beneficios, brotará naturalmente dentro de ti el agradecimiento a Dios.

4. Análisis del cumplimiento de la voluntad de Dios en tu vida:
Lleva a cabo un examen de cómo has vivido desde la última confesión la voluntad de Dios. Debes ver los aspectos positivos y negativos, examinar actitudes internas y poner mucha atención a tus relaciones con Dios y con los demás. Para esto, puede resultar útil tener un cuestionario.

5. Petición de perdón: 
Ya que revisaste tu vida, vas a comparar tu conducta y tus actitudes con los beneficios que has recibido de Dios. Entonces te darás cuenta de que tu respuesta al amor de Dios es muy pobre y que no has llegado a lo que Dios te pide. Por eso, le pides perdón lleno de confianza, pues sabes que Él te perdonará. Dios siempre acoge gustoso nuestras buenas intenciones.

6. Propósito:  
Tienes que poner los medios para mejorar y acercarte más al plan de Dios sobre tu vida. El propósito es algo concreto que te ayuda a mejorar en aquello donde has visto que fallas más.

7. Petición de fuerzas: 
Ya que formulaste tu propósito, debes volver tu mirada a Dios y con mucha confianza pedirle que te ayude a mejorar pues eres débil, no podrías avanzar en tu camino hacia Dios, hacia la santidad, si Él no te ayuda.


Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Pasos para una buena confesión

Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión.


La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este maravilloso sacramento.

Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión, que va desde el análisis de nuestros actos, hasta la acción que demuestra el cambio que se ha realizado en nosotros.

1. Examen de Conciencia.
Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños. Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien.

2. Arrepentimiento. Sentir un dolor verdadero de haber pecado porque hemos lastimado al que más nos quiere: Dios.

3. Propósito de no volver a pecar. Si verdaderamente amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída.

4. Decir los pecados al confesor. El Sacerdote es un instrumento de Dios. Hagamos a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es Dios quien nos escucha.

5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. Es el momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos.



Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

martes, 1 de junio de 2010

Tomad, esto es mi cuerpo..

Tomad, esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre...
Mc 14,12-16.22-26

Durante siglos algunos han dado mil vueltas a estas palabras. Han querido quitar de ellas todo lo que suena a exigencia. Han tratado de dar otra interpretación diferente de la católica a las palabras de Cristo. Sin embargo, es la fe de la Iglesia, durante 2,000 años, que Cristo realmente está presente en la Eucaristía. No dijo "Esto parece o simboliza mi cuerpo" sino "Esto es mi cuerpo".

Si aceptamos que Cristo realmente está presente en la Eucaristía, entonces es una razón muy fuerte para ir a Misa los domingos y comulgar. Cristo se ha hecho Eucaristía para alimentarnos espiritualmente. En cierto sentido nos hacemos “co-corpóreos" y "co-sanguíneos" con Cristo.

Cristo se ha hecho Eucaristía para estar con cada hombre de una manera personal y total. Allí, en el sagrario, está a la disposición de todo hombre.

“Nos dejaste tu último recuerdo palpitante y caliente, a través de los siglos, para que recordáramos aquella noche en que prometiste quedarte en los altares hasta el fin de los tiempos, insensible al dolor de la soledad en tantos sagrarios".

Cuando tenemos una dificultad, en vez de sumergirnos en nosotros mismos, deberíamos visitar a Cristo en el sagrario. Allí está el amigo, el médico, el hermano que quiere y puede ayudarnos.

La Misa no debe ser una obligación pesada sino una cita con la Persona que más me ha amado y más me ama. Cuando uno escucha esta pregunta: "Padre, ¿por qué la Iglesia nos obliga a ir a misa los domingos?", uno sabe que esa alma concibe la religión de una manera legalista. Sólo le falta preguntar: "Padre, ¿qué es lo mínimo que debo hacer para poder entrar en el cielo?"

"Cada vez que le conozco (a Cristo en la Eucaristía), me entra un deseo más y más grande de poseerle. Me pasa lo que al hidrópico, que mientras más bebe, mayor es su sed. ¡Quién me diera poder saciarme de Él! Pero aún no llega la hora”


Puedes hacer una visita fervorosa al Santísimo.



Autor: P. Fintan Kelly LC | Fuente: Catholic.net